La nueva colección de Dior para hombre ha fascinado a todo el mundo, pero… ¿qué hay que saber para acabar de entenderla del todo?
Ayer 8 de diciembre, Dior presentaba su nueva colección de hombre para la temporada de otoño / invierno 2021 como no lo había hecho nunca: con un show virtual. Al mal tiempo, buena cara… Y a tiempos de coronavirus, presentaciones virtuales que, de alguna forma u otra, consigan hacernos olvidar que los desfiles de esta marca precisamente son conocidos por incluir siempre estimulantes sorpresas entre sus asistentes.
Pero no nos quedemos estancados en este quejido… Porque lo cierto es que tanto la nueva colección como su show de presentación han sido una nueva muestra del músculo de Kim Jones al frente de la dirección creativa de la línea masculina de Dior. Antes de seguir adelante, sin embargo, es necesario lanzar una pregunta al aire que ayudará a entender mejor todo este tinglado.
¿Quién es Kenny Scharf?
Pocos diseñadores existen más aficionados a las colaboraciones con el mundo del arte como Kim Jones. Desde que aterrizó en Dior, por ejemplo, ya ha establecido lazos colaborativos con artistas tan renombrados (y variados) como KAWS, Amoko Boafo, Shawn Stüssy o Raymond Pettinbon. Para su nueva colección, sin embargo, se ha acercado a un hombre que resulta de sobras conocido para una generación… pero que a lo mejor queda lejos de la Gen Z que, en última instancia, es el jugoso target en el que todas las marcas empiezan a poner su mirada.
Así que es necesario preguntarse: ¿quién es exactamente Kenny Scharf? La respuesta fácil pasa por apuntar que Scharf pertenece a esa selecta estirpe que, en los años 80 y desde el East Village neoyorkino, introdujo un sano virus callejero en el arte contemporáneo. Su apellido suele aparecer junto a los de Basquiat, Keith Haring o el mismísmo Andy Warhol. Y es que su estilo, como buen californiano crecido en la era de post-guerra (al fin y al cabo, nació en el 58), se alimenta de la cultura pop, la televisión y una idea colorista de un futuro hiper-moderno pero divertido.
¿Te suena? Sí, claro. Kenny Scharf tiene un estilo que casa a la perfección con el de otros artistas actuales que están practicando un retro-futurismo en el que pesan con intensidad las referencias subculturales. Dicho de otra forma: Billie Eilish podría olvidarse un rato de Takashi Murakami y descubrirle a los zillennials la existencia de Scharf. Pero, bueno, tampoco pasada nada: si Eilish no hace este trabajo, lo harán Kim Jones y Dior.
La nueva colección de Dior
Conociendo el estilo de Scharf, por otra parte, es mucho más fácil entender la nueva propuesta que Dior tenía que presentar en Pekín, ratificando así la ciudad china como uno de los grandes epicentros de la moda del nuevo siglo. La crisis de la Covid-19, sin embargo, ha forzado una presentación sin público (ni front row, obvio) en la que brillaron tanto los alucinantes y alucinados visuales caleidoscópicos del director francés Thomas Vanz y el musicón curado ni más ni menos que por Honey Dijon.
Todo suma a la hora de darle alas a una colección en la que Jones no se ha limitado a usar algunas de las obras más icónicas de Kenny Scharf. Según afirma el mismo artista, ha creado algunas pinturas expresamente para esta colección y, sorprendentemente, Kim también usó algunos diseños acabados que el pintor había posteado en su propio Instagram. El resultado es fascinante, ya no solo en los coloridos prints de muchas de las prendas, sino también en el uso de algunas figuras surrealistas para dar forma a los accesorios y, sobre todo, en la maestría con la que Jones demuestra que un estampado a priori psicodélico puede lucir tan elegante como un clásico paisley.
Contra otras aproximaciones posibles (el terrorismo de Demna en Balenciaga, por ejemplo), esta es precisamente la estrategia de Jones: sublimar la elegancia adaptando las estéticas de la modernidad. No al revés. De esta forma, una colección como la presente consigue lucir looks Dior al mil por cien en los que la obra de Scharf actúa como un magistral twist de forma y sentido. Como siempre, bravo por Kim. Y bravo por Dior. [Más información en la web de Dior]