Lunes 13 de junio. Perico y Eminem. Quedan 18 días para entrar en el estudio.
Ya dije ayer que Perico y yo teníamos una cita pendiente para hablar de lo que ayer hablamos Nacho, Paula y yo. Hemos quedado por la tarde. Tú compras el vino y yo la comida. Al final se unió Nacho, que siempre es un placer. Y hemos estado hablando de Gran Derby Records (los tres, junto con Javier Peña, somos la junta directiva del sello), de The Secret Society, del disco y de guitarras. Hablar de guitarras normalmente me aburre, pero a veces es necesario hablar de ellas para dejar claro cómo queremos que suene el asunto.
Perico y Nacho han llegado una hora más tarde de lo previsto, con comida japonesa y conversaciones pendientes. Y yo hacía tiempo escuchando a The Black Heart Procession, un grupo que admiro y me acompaña desde hace casi una década.
Mientras exponía mi argumento sobre la forma de grabar y cómo quería que sonase el bajo en una canción determinada, he echado mano de un vinilo, un maxi de Eminem, el rapero blanco de Detroit, titulado «Lose Yourself«, canción perteneciente a ese bodrio de película que adoro y que he visto como quince veces llamado «8 Mile» [«8 Millas»]. El caso es que hemos decidido utilizar una base instrumental de esa canción para nuestro disco. No contaré más para no desvelar la sorpresa, porque es de las gordas. Sé (y Nacho me lo ha advertido) que me voy a poner a alguna gente en contra. Me importa una mierda: la canción funciona. El mensaje, también.
Cuando nos juntamos Perico y yo se para el tiempo. Y si está Nacho, todavía más.
Hoy, a las 9:00 AM, terminé una canción llamada «El Amor es una Puerta que Sólo se Abre Desde Dentro». Dura 1 minuto y 3 segundos. Suficiente para lo que quiero expresar.
El disco ya está acabado al 98%. Sólo falta dar con la letra de una canción donde voy a cantar con mi siempre querida Alondra Bentley. La única canción acústica del disco. Tiene sentido.
Es tarde. Mañana más. Hoy fue un día provechoso y amable.
[Pepo M.]