Sábado 2 y Domingo 3 de julio. Avanzando en línea recta. Segundo y tercer día de grabación.
Siento no haber podido escribir hasta hoy, pero han sido jornadas realmente exigentes a nivel físico y mental. No es fácil trabajar al ritmo que nos imponen los bajos presupuestos y la disponibilidad de los que formamos parte de esta pequeña familia. Estudio Brazil es el mejor sitio que conozco para grabar cualquier cosa: Javier y Marcos son técnicamente insuperables, eficientes y no se andan por las ramas. Podemos estar trabajando diez horas al día y allí nadie rechista.
Grabar es la cosa más antinatural del mundo: es querer hacer perfecto algo que no lo es (y nunca podrá ser), como son nuestras canciones. Personalmente soy autodidacta y sólo me puedo guiar por mi experiencia y por la intuición. Que no son dos malas cosas, pero se alejan peligrosamente de la limpieza y la perfección.
En tres días hemos grabado ocho canciones casi completas -sólo faltan algunos arreglos muy localizados-. Este ritmo requiere máxima concentración, estar muy familiarizados con lo que estamos tocando y una confianza extrema en cada una de las personas que forman parte del grupo y del estudio. Y eso es precisamente lo que estamos haciendo, pese a sacrificar nuestra salud en el proceso.
Ya tenemos grabadas las siguientes canciones:
«Parte de Guerra»
«Las Pistas Falsas Conducen al Desamor»
«Cuídate, Cowboy»
«La Casa Junto al Mar»
«Si Pudiste con Tanto Dolor, Podrás con Esto»
«El Amor es una Puerta que Sólo se Abre Desde Dentro»
«Microdrama Moderno y Urbano»
«En la Sala del Guernica (Museo Reina Sofía, Madrid)»
Además, en el disco irá una canción grabada en otra sesión (en diciembre del año pasado): «El Día que Empezamos a Querernos Fue el Día que Empezamos a Olvidarnos«.
Las voces de todas estas canciones (menos las de «En la Sala del Guernica«, que la grabé en directo mientras tocaba la guitarra) las grabé después de comer. Todas a la primera toma menos «Las Pistas Falsas» que la grabé a la segunda. Me gusta mucho poder decir esto: grabar de una toma, dejarlo así para siempre.
Hay una canción especial, que casi no entra en el disco, pero que ahora creo que se ha convertido en clave: «Cuídate, Cowboy«. En ella, Alondra Bentley canta por primera vez en castellano. Es emocionante saber que tus amigos te regalan cosas así, sin saber.
El próximo viernes 8 de julio volvemos a entrar en Estudio Brazil. El domingo 10 saldremos de ahí con el disco terminado y mezclado. Entonces seremos un poco más felices.
Mientras, en otra habitación de la misma realidad, Buena Esperanza abrimos hoy para The Twilight Singers en Madrid. Estamos emocionados.
[Pepo M.]