Ya se ha terminado, casi tres semanas después. El sábado por la noche, después de muchos conciertos y muchos kilómetros, llegamos a Sevilla para cerrar la primera parte del esta gira, en una sala en la que no habíamos tocado nunca antes: La Caja Negra.
Tocar en casa siempre es una cosa mucho más compleja de lo que puede parecer, pero fue muy bien. Actuar en este sitio ha sido todo un descubrimiento porque, a pesar de que el sonido es manifiestamente mejorable, ofrece unas condiciones justas para nosotros, los músicos. Sin entrar en muchos detalles, diré que es muy agradable tocar en un local en el que sientes que el promotor también tiene interés en que venga gente, y trabaja por ello, porque no cobra exactamente lo mismo aunque no venga nadie. En términos generales, es una muy buena noticia que exista una opción más en la ciudad para realizar conciertos. La escena musical sevillana merece más y mejores escenarios en casa.
Regresar a Sevilla después de un viaje largo no siempre es agradable… Sí, uno se encuentra con su familia y sus amigos de nuevo, pero reubicarse después de tantos días en una ciudad de la que no se ha ido el verano es duro. Lo es para nosotros. Acostumbrados, como estábamos ya, a pensar que veintitrés grados era una temperatura más bien elevada, ha sido terrible sumergirse de nuevo en los treinta grados largos de la capital hispalense, mirar el calendario y ver tan lejano el próximo concierto. Ay. Pero lo cierto es que no podemos quejarnos de agenda porque, desde este día hasta que termine 2011, tenemos muchas cosas que hacer, y más nos vale dejar de lamentarnos por lo que acaba de terminar y empezar a pensar en todo lo que se nos viene encima.
Hoy es lunes, escribo desde casa. En poco más de un par de horas me reuniré con Jose para terminar las mezclas de «Constellations» y en un par de días como mucho estará masterizándose. Tenemos muchas ganas de que salga y seguir con las grabaciones, ya del disco.
Gracias por haber leído esto. Nos veremos pronto.
[Esteban R.]