Por fin se revela quiénes serán los protagonistas de la última fiesta de presentación del VIDA 2015: Devendra Banhart y Andy Cabic, juntos y revueltos.
Hace unas semanas, el festival VIDA 2015 (que se celebrará del 2 al 5 de julio en Vilanova i La Geltrú) anunciaba el cartel de sus fiestas de presentación: un ciclo de conciertos en los que música y cerveza inundarán -por razones obvias- el lugar escogido para albergarlas, la Antigua Fábrica de Estrella Damm de Barcelona. La primera, en la que la unos The Zephyr Bones cada vez más confiados y unos desatados Mujeres llevaron al público a explotar en un oleaje de cabezas, manos, vasos y ríos de birra de la cortesía de Estrella Damm, fue la mejor manera posible de dejarnos con ganas de más. Estas citas musicales mensuales habían confirmado a sus artistas… todas menos la última, que se celebrará el 21 de mayo y en la que un tímido «artistas por confirmar» encendía en nosotros la bombilla de la curiosidad.
Finalmente, los artistas encargados de cerrar este ciclo serán (* insertar pausa para crear tensión*) Devendra Banhart y Andy Cabic, líder la banda Vetiver. Almas paralelas desde el segundo álbum del tejano, «Cripple Crow«, donde Cabic colaboró de manera muy activa en la composición y posteriormente en la producción del disco, la similitud en muchos aspectos de sus canciones los sitúa en la vanguardia del movimiento neofolk americano. Sus estilos compositivos parecidos y complementarios hacen que Andy sea el artista perfecto para acompañar a Devendra en este directo acústico, ya que los ritmos lentos y la cálida voz de Cabic se compaginan de manera asombrosa con la interpretación siempre original de Devendra. Los dos artistas consiguen así una lograda mezcla de estilos que incluyen country rock, ritmos latinos, soul y psicodelia.
El hecho de que sólo se pueda acceder este concierto siendo poseedores del abono para el VIDA 2015 lo convertirá, sin lugar a dudas, en una ocasión íntima y especial en la que podremos dejarnos fascinar por la intensidad de Devendra Banhart y la experimentación de Andy Cabic de una manera única e imperdible: es decir, juntos y bien revueltos.