La saga Ace Attorney supone uno de los paradigmas mejor conocidos de la Nintendo DS: los gráficos dejan de tener (tanta) importancia cuando la jugabilidad se dispara hacia cotas de diversión más propias de cuando los videojuegos se basaban en conceptos a explotar y no en epopeyas megalomaníacas. Ahí ha radicado siempre la fuerza de esta portatil frente a otras más sofisticadas pero incapaces de proponer sistemas de juego que sorprendan al jugador… Será por las buenas horas pasadas con los diversos títulos de Ace Attorney que el lanzamiento del nuevo título de sus creadores, «Ghost Trick: Detective Fantasma«, está levantando tanto revuelo. Para empezar, porque el argumento es tremendamente original (y dicen que divertido): el espectro de un tipo asesinado debe investigar su propio caso antes de pasar a mejor vida… Y esto no dejaría de ser algo anecdótico si no fuera porque implica todo un novedoso planteamiento de la jugabilidad (por ejemplo: al ser un espectro incorpóreo, el protagonista sólo puede avanzar por el mapeado poseyendo objetos que se encuentren cerca unos de otros) que, de nuevo, está llamado a proporcionarnos amplias horas de diversión. Nuevo punto para DS.