¿Qué tienen en común Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y The Claypool Lennon Delirium (además de unos nombres kilométricos y un poco imposibles)?
¿DE DÓNDE SALEN? Derby Motoreta’s Burrito Kachimba de Sevilla. The Claypool Lennon Delirium del espacio, directamente. Aunque los sevillanos también parecen tener un pie en una dimensión paralela donde viajan en el tiempo para aterrizar en la transición de los 70 a los inicios de los 80. Un paso entre décadas en el que Dandy Piranha (voz), Bacca y Gringo (guitarras), Soni (bajo), Von Máscara (teclados) y Papi Pachuli (batería) asimilan las enseñanzas de Triana y Smash como bandas más representativas del histórico rock progresivo andaluz con tintes psicodélicos para sumergirse de lleno en el ambiente de las míticas películas del cine quinqui dirigidas por José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia.
A partir de esta poderosa mezcla fílmico-musical, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba destilan lo que ellos mismos han denominado kinkidelia, un explosivo material de profundo aroma vintage que el grupo adapta a los tiempos actuales cruzando los paisajes áridos perfilados por Pony Bravo e inspirándose en los desbarres lisérgicos de King Gizzard & The Lizard Wizard sin dejar de impregnar su sonido con fragancias sacadas del legado flamenco pero convenientemente reformuladas.
The Claypool Lennon Delirium, desde su atalaya galáctica, tienen su mirada igualmente anclada en el pasado. En su caso, de una manera totalmente justificada: el proyecto está formado por Les Claypool (cofundador de la veterana banda rock norteamericana Primus) y Sean Lennon (el hijísimo de John), quienes decidieron en 2015 comenzar su andadura conjunta después de que el grupo de Lennon, The Ghost Of A Saber Tooth Tiger, ejerciese de telonero en un tour veraniego de Primus y ambos descubriesen que congeniaban personal y creativamente. Armados con su habilidad como multi-instrumentistas, tomaron como base fundamental la psicodelia clásica (la que va de The Beatles -naturalmente- a Pink Floyd) para desarrollar sus travesías sonoras diseñadas según las plantillas del prog-rock y el pop barroco, agitadas por la libertad del art rock experimental y los arrebatos del free jazz.
Tan fuerte es su fijación por la electricidad psicodélica de la vieja escuela -a la que no aplican ninguna capa de barniz renovador-, que sólo un sello podía acoger a The Claypool Lennon Delirium: ATO, la misma discográfica que tiene en su seno -además de a los propios Primus– a King Gizzard & The Lizard o los turco-holandeses Altın Gün, adalides de la nueva lisergia con marchamo clásico que se expande sin límites. Bajo su paraguas, el dúo entregó en 2016 su debut en largo, “Monolith Of Phobos” (ATO, 2016); y, recientemente, ha publicado su segundo LP, “South Of Reality” (ATO, 2019), continuación natural de su ópera prima.
Hace poco más de un año, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba empezaron a elaborar su particular banda sonora de la Andalucía del siglo 21 que todavía recibe ecos de cuatro décadas atrás con “El Salto del Gitano”, primer sencillo acompañado por un vídeo realizado con escenas extraídas de una de las películas más simbólicas del cine quinqui, “Navajeros”, que funcionó como pasarela de acceso a su rock ácido metido en un caleidoscopio de prismas infinitos y absorbentes efectos hipnóticos. Los posteriores “Samrkanda” y “Aliento de Dragón” prepararon el terreno para la llegada de su estreno en largo, “Derby Motoreta’s Burrito Kachimba” (El Segell del Primavera / Universal, 2019).
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Derby Motoreta’s Burrito Kachimba corren por las calles de Sevilla montados en el Seat 131 que adorna la portada de su álbum mientras suena en el radiocassette a todo trapo el fuzz guitarrero, los teclados cósmicos y el potente ritmo con raíces andaluzas de “The New Gizz”, que condensa junto a “El Salto del Gitano” el influjo sobre la banda de King Gizzard & The Lizard Wizard. De hecho, resulta sencillo imaginarse a su chalado líder, Stu Mackenzie, como colega de peripecias de los sevillanos.
Aunque también podrían serlo Los Planetas -como sugieren “Aliento de Dragón” (especie de prolongación motorik de su relectura de “Romance de Juan Osuna”) y “Somium Igni (Part I)” (pellizco flamenco que cabalga entre el rock lo-fi y la denudez acústica)-, cuya estela Derby Motoreta’s siguen para abrir una cuarta vía en la revisión de la tradición jonda paralela a la reinterpretación noise-pop-rock de los granadinos, los experimentos radicales de Niño de Elche y la apuesta modernizadora de Rosalía. Cuando el sexteto se aleja unos pasos de sus orígenes sonoros, se introducen en el stoner rock arenoso de aires zeppelianos de “Grecas” y en la odisea sideral y psicotrópica que forman “Samrkanda” y “La Piedra de Sharon”, en las que la kinkidelia sevillana se difumina y se pierde entre galaxias lejanas…
… donde se encuentran, justamente, The Claypool Lennon Delirium, que toman el cosmos como guía conceptual a varios niveles, desde el Phobos que aparece en el título de su primer álbum (que se refiere a la más grande de las dos lunas de Marte) hasta el sencillo de cabecera de “South Of Reality”, “Blood And Rockets: Movement I, Saga Of Jack Parsons / Movement II, Too The Moon”, suite dedicada al científico que inventó el combustible para cohetes y que además fue miembro de Ordo Templi Orientis, la sociedad secreta de Aleister Crowley (figura a la que también rinden culto uno de nuestros grupos psicodélicos favoritos, Basanta).
Con estas referencias, Lennon y Claypool se proponen con “South Of Reality” que “el espacio suene otra vez”. Algo que consiguen gracias a un disco que transcurre por fases de trance, contemplación y catarsis narcótica impulsado por un sonido que supone un regreso al rock de los 60 y parte de los 70 que buscaba la liberación total. Eso sí, “South Of Reality” no sólo flota líricamente entre nebulosas surrealistas, sino que también lanza alguna que otra crítica contra la sociedad contemporánea y sus problemas relacionados con la tecnología, el medio ambiente o las conductas individualistas. Temas que, cuando los canta Sean, hacen aflorar uno de los elementos característicos del álbum: el peso de la herencia de John Lennon, con el que su hijo tiene que cargar inevitablemente. Por momentos, dado el estilo del dúo y la voz de Sean -casi idéntica a la de John-, parece que The Claypool Lennon Delirium protagonizan una versión alternativa de la próxima película de Danny Boyle, “Yesterday”, como autores originales de las canciones de los Beatles más psicodélicos si estos jamás hubiesen ido a meditar a la India.
PREDICCIÓN DE FUTURO. En el universo de The Claypool Lennon Delirium las coordenadas espaciales son relativas. Por eso se multiplica la sensación de que “South Of Reality” es un ordenado caos sonoro planteado para escapar de la Tierra en busca de otros planetas. Con lo cual, pese a que se ha constatado que el plan del dúo no se ha quedado en una aventura efímera, resulta difícil prever qué camino seguirá el proyecto… Es decir, que no tiene demasiado sentido hablar del futuro de The Claypool Lennon Delirium, ya que también pueden retorcer el tiempo sónicamente en su empeño por huir -y, a la vez, ser conscientes- de nuestra realidad.
De la misma manera, para Derby Motoreta’s Burrito Kachimba el tiempo no funciona como un rígido dogma. A partir de esta teoría, dan una vuelta de tuerca al rock psicodélico nacional con la fuerza de sus saltos temporales conformado un discurso tan singular que les permite ir más allá de cualquier frontera (también las geográficas: en agosto actuarán en el festival portugués Paredes de Coura) gracias a la energía de una propuesta que rompe moldes.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Rock andaluz setentero + King Gizzard & The Lizard Wizard + kinkidelia + electricidad aflamencada = Derby Motoreta’s Burrito Kachimba / Psicodelia primigenia + The Beatles + Pink Floyd + herencia lennoniana = The Claypool Lennon Delirium
MÁS EN… el Facebook de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y en la web y en el Facebook de The Claypool Lennon Delirium.
MIRA… “Aliento de Dragón” de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y “Blood And Rockets: Movement I, Saga Of Jack Parsons / Movement II, Too The Moon” de The Claypool Lennon Delirium.