Puede que Daniel R. Mesa (el gaditano afincado en Madrid que se esconde detrás de Daniel Van Lion) haya decidido describir lo que se encuentra dentro de su primer EP «Introduction to a Natural Era» (Meow Meow, 2014) como eso, como una nueva Era Natural… Pero lo cierto es que este mismo movimiento que el artista traslada a su música es algo que hace un par de años que viene dándose en otras disciplinas artísticas: un nuevo retorno a un ruralismo actual (ni pretérito ni utópico) que se ha podido palpar tanto en el cine (ahí está Daniel V. Villamediana a nivel patrio o la propuesta perversa de Lars Von Trier en «Anticristo«) como en la literatura (con ejemplos muy cercanos como los de Jesús Carrasco o Jenn Díaz o con faros guías como de Thoreau). El discurso parece claro: cuando la ciudad se convierte en un lugar hostil, que te expulsa continuamente hacia fuera como una fuerza centrífuga despiadada e implacable, lo más normal es que empieces a mirar hacia la naturaleza como un espacio paradisíaco donde reencontrarte con tu yo verdadero. Así que era cuestión de tiempo que aterrizara en la música ese mirar hacia los espacios naturales como el paraíso natural perdido tras el pecado original del urbanismo.
Lo interesante es que «Introduction to a Natural Era» no cae en varios errores que hubieran deshonrado por completo su escucha: no cae en trasladar el new age hacia parajes boscosos, tampoco en hacer del escapismo chill un faro para guiarse en entornos rurales… Por el contrario, Daniel Van Lion opta por la vía natural, por una carga de realidad que confiere a sus canciones un plus de verosimilitud: nada de idealismos trasnochados ni activismos a lo Greenpeace. «Introduction to a Natural Era» suena más bien a cómo escucharíamos nuestro entorno si, a día de hoy, decidiéramos exiliarnos en la laguna de «Walden«: junto a nosotros, viajarían todo un conjunto de enseres electrónicos que, sin voluntad de actuar sobre la naturaleza, sí que variarían nuestra percepción de ella.
De esta forma, las canciones de «Introduction to a Natural Era» suenan a un mundo (el natural) dejándose invadir por otro (el urbano) a sabiendas de que nunca podrá corromper su núcleo. A sabiendas de que una hormiga nunca podrá molestar a un gigante. Estas cinco canciones grabadas en Madrid y con masterización berlinesa a cargo de Conor Dalton (quien ha trabajado junta a Daft Punk, Carl Craig o Ricardo Villalobos, entre otros) suena ancestrales y atávicas sin necesidad de recurrir a lo tribal ni a quitarse la piel de lo digital para enseñar sus costillas analógicas: aquí hay synth, electrónica cinemática e incluso toques de IDM en la que, por ahora, viene siendo la respuesta más firme a la rotunda propuestas de beGun. «Introduction to a Natural Era» suena a la posibilidad de que el alma cálida de Boards of Canada se apoderara del cuerpo gélido de Autechre, creando un híbrido fascinante que danzase arrítmicamente como un espectro de luz en medio de un bosque nocturno. Llámenlo Era Natural, llámenlo neo-ruralismo o llámenlo como a ustedes les dé la gana… Yo lo llamo «Introducción a un carrerón». El de Daniel Van Lion.