El lazo que une a Crystal Fighters con el País Vasco es algo que, desde un buen principio, nos sedujo a nosotros en España y que también sedujo más allá de nuestras fronteras: ¿cómo no rendirse ante una banda que venía con un ADN en el que se trenzaban sus raíces vascas y su linaje británico (londinense, para más señas)? Y, sobre todo, ¿cómo no rendirse ante una formación como esta, en la que el árbol genealógico no es una medalla que poner en las notas de prensa, sino que sirve para que las rítmicas casi primitivas vascas engrasen la música de baile hedonista y desfasada tan puramente británica? Por todo lo dicho, es imposible pensar en un lugar más ideal para la presentación del último disco de Crystal Fighters, «Cave Rave» (PIAS, 2013), que las cuevas míticas de Zugarramurdi.
Atención, porque la fiestaca que tienen prevista los chicos de Crystal Fighters para el próximo 29 de agosto es, simple y llanamente, ultra fetén… La jornada se abrirá con un conjunto de actuaciones de música tradicional vasca en la plaza del Zugarramurdi: un concierto de txalaparta a cargo de músicos locales y un Bertsolari. Por si a alguien le queda algo de tiempo libre, el Museo de las Brujas de este pueblo que tiene su historia tan ligada a estas brujas estará abierto durante todo el día. A continuación, Crystal Fighters presentarán su «Cave Rave» en el interior de las cuevas de Zugarramurdi, donde se prevén múltiples experiencias místics y extrasensoriales entre el públio. Y, para cerrar una velada tan pluscuamperfecta, se fletarán autobuses que llevarán a los asistentes hasta San Sebastián, donde los miembros de Crystal Fighters se marcarán un after-party en el que pincharán hasta las siete de la madrugada. ¡Sólo Crystal Fighters podían ser los maestros de ceremonias de una noche de brujas como esta!