Ayer fue mi primer concierto de Crystal Castles, chispas. O mejor dicho: chispas no, pero sí luces estraboscópicas que te dejan ciego. No les vi en su momento en el Sónar y tampoco cuando vinieron a la Sala Apolo hace un par de años, a pesar de que en su momento me gustaban y tenía ganas de ver lo loquer que está Alice Glass en directo, después de haber oído mil y una historias de sus conciertos. Sea como sea, el pasado 20 de febrero llegamos, intentamos hacernos un hueco entre la muchedumbre de post-adolescentes (y adolescentes) que se concentraban en la sala Razzmatazz y, finalmente, pudimos ver el concierto (y bailarlo) en una posición más o menos decente. Aunque poco importaba, porque Crystal Castles son “darks” y no se podía apreciar demasiado su puesta en escena.
Abrieron con «Suffocation» de su disco «(II)» (Universal, 2010), una canción menos intensa o ravera que las que le siguieron después. Pero eso es una manera de hablar, porque ya se sabe que Crystal Castles son de todo menos comedidos o tranquilos. En la cuarta o quinta canción se atrevieron con «Plague«, a la que le siguieron «Vanished» y otros celebrados temas en clave de 8 bits de su primer disco, tal y como «Black Panther«, que sufrió un parón a causa de algún fallo técnico. Entre las luces epilépticas pudimos ver como Alice, rubia (creemos, porque repito que no se veía un pijo), se lanzaba al público y se tiraba por el escenario mientras iba dando tragos a su botella de Jack Daniel’s. FAN absoluta.
En este directo hubo tiempo para repasar sus tres discos, pero curiosamente tocaron (o nos lo pareció) menos canciones del último y más del primero o el segundo, como «Celestica» o la celebrada «I’m Not In Love«, que fue la última canción que ofrecieron antes de los bises. La locura total llegó con «Untrust Us«, el momento en que toda la sala dejó ir su vena más poligonera y las olas de sudor se hicieron más intensas. ¡Arriba el sobaco! Y es que íbamos a lo que íbamos, sin más pretensiones que pasar un buen rato lleno de caos y locura, a pesar del agobio sobaquero y teen y a pesar de que Alice no sepa cantar. Al fin y al cabo, todos tenemos “guilty pleasures”, ¿verdad?
[NOTA: Crystal Castles no permitieron tomar fotos, así que la imagen que ilustra esta crónica no pertenece al concierto de Barcelona del 20 de febrero]