VIERNES 6 DE JULIO. Todavía no entiendo por qué no se vendieron más entradas para la jornada del viernes en el Cruïlla BCN, ya que siendo Iggy Pop una de las pocas leyendas vivas del rock a las que poder ver en concierto, es de extrañar que las entradas del primer día del festival no se agotaran… Por nosotros estupendo, ya que si Iggy & the Stooges hubieran actuado en festivales más masificados, probablemente lo hubiésemos disfrutado menos. El artista y sus colegas empezaron a las 21h, cuando todavía era de día, y acabaron al cabo de una hora y veinte, completamente de noche, metiéndonos el rock’n’roll en el cuerpo y haciendo que repitiésemos «después de Iggy no hay nada«. Y lo cierto es que para nosotros no lo hubo: el festival se acabó con la actuación del rubiales.
Con unos 65 años bien puestos, aunque con cierta grimilla (ese cuerpo fibrado pero arrugado tan moreno da repeluco), la Madonna del rock en versión masculina (por aquello de ser viejunos pero estar en plena forma y seguir petándolo) salió al escenario cojo, retorciéndose, escupiendo y señalando hacia arriba con el dedo índice en un gesto que todos conocemos como «fuck you«. Así de punk es Iggy, aunque anuncie famosas marcas de perfume. Empezó su lección de historia del punk y del rock con «Raw Power«, del álbum del mismo nombre de 1973, para seguir con «Search and Destroy«, de ese mismo álbum que tocó casi en su totalidad durante el concierto. A la cuarta canción, «Shake Appeal«, Iggy empezó a sentirse solo y a pedir al público que invadiera el escenario. Unos cuantos obedientes le hicieron caso y subieron para bailar con él, mientras que otros que lo intentaron no tuvieron tanta suerte; pero, en cualquier caso, no fue una invasión tan numerosa como en otros conciertos de Iggy & the Stooges, otra vez más por la mediana afluencia del festival.
En su repertorio no faltaron canciones de su álbum «Fun House» (1970) o de su único trabajo con el guitarra James Williamson, también miembro de los Stooges, titualdo «Kill City» (1977), o el hitazo «I Wanna Be Your Dog«, clásico entre los clásicos de la banda con el que el público, cómo no, se vino arriba, llegando a un clímax que no se quedó ahí, sino que siguió con «Penetration» y «No Fun«. Pogos y más pogos en las primeras filas, locura desatada y el rubiales haciendo crowdsurfing una y otra vez, tirándose hacia el público, partiéndose el labio y riéndose al ver la sangre brotar, como diciendo «esto es rock’n’roll«. Iggy tuvo tiempo hasta de chapurrear alguna palabra en castellano, hacer gestos de flamenca e incluso simular que se maquillaba como si fuera la ratita presumida y chocar los cinco con la gente que se agolpaba en la primera fila. Después llegó un largo bis en el que no faltó la versión de «Louie Louie«, «Your Pretty Face is Going To Hell» y en el que el punto y final lo puso la infecciosa «Open Up and Bleed«. Y aunque nos faltaron sus conocidas «Lust for Life» y «The Passenger«, canciones de las que parece haber prescindido en sus últimos directos, Iggy y los suyos nos lo dieron todo y más, lo que nos hace sospechar que han hecho un pacto con el diablo y se dedican a robar la energía de su público para mantenerse eternos. En cualquier caso, dejaron con la sensación de haber presenciado un momento histórico, que aunque no fuera como en los 70, se le parecía bastante.
Después de este concierto, prometo que intentamos ir a otros… Pero, claro, todo nos sabía a poco. Sólo pudimos ver unos quince minutos de Gogol Bordello, con su mezcla rara de géneros que a ratos parecía que se iba a arrancar a cantar el waka waka de Shakira. A nosotros no nos convenció, pero vimos a gente muy engorilada por ahí que parecía pasárselo muy bien. [Miriam Arcera]
SÁBADO 7 DE JULIO. Ya sabemos que el Cruïlla BCN es un festival de contrastes, pero quizás el más grande que vimos fue la diferencia de público entre la jornada del viernes y la del sábado, mucho más numerosa. Más gente es igual a músicos más animados y más ganas de dar espectáculo, y con esa esperanza fuimos a ver a The Specials. Los de Coventry volvieron a los escenarios hace cuatro años, y aunque no presentaran material nuevo y se echara de menos un poco de la energía punk que derrochaban en los 80, en Barcelona reunieron a una legión de fans deseosos de escuchar sus ya míticas canciones. Fue un greatest hits bastante completo, con el público bastante animado, castellers espontáneos incluidos.
Ya en el escenario Estrella Damm, la gente se agolpaba para ver el directo de la británica M.I.A., en principio gran plato fuerte de la noche pero que sólo convenció a incondicionales: tardó en salir, se fue antes de tiempo, cambió una vez de vestuario y, aún así, tuvo tiempo de tocar todos sus hits. Toda la gloria fue para el bailarín que la acompañaba: le duró la cuerda un buen rato y, mientras Cypress Hill tocaban tres horas después, aún se le podía ver dándolo todo en el backstage.
De ahí saltamos a Sharon Jones and the Dap Kings (banda que, por cierto, acompañó a Amy Winehouse en la presentación del «Back to Black» en su primera gira por Estados Unidos), quienes nos regalaron uno de los mejores conciertos de la noche. La banda de soul funk nos llevó, como la misma diva del sello Daptone gritó al público durante su espectáculo, “de viaje al pasado”. Divertida, espontánea y con una energía increíble, Sharon no paró de bailar ni un segundo sobre el escenario. En definitiva, uno de los conciertos más disfrutados por los asistentes junto con el de Cypress Hill.
Y es que los de Los Angeles necesitan poca presentación: Cypress Hill era la banda a la que la mayor parte del público del festival ansiaba ver esa noche. Sin duda, oír sus clásicos, como «Hits From The Bong» o «Dr Greenthumb«, fue un placer, aunque tuviéramos que aguantar sus pintas de mecánicos tuneadores de la MTV y algún que otro brote esporádico de dubstep y rap metal que, por otro lado, no disgustaron mucho a un público en su mayoría poco cercano al hip hop más clásico.
Comenzaba entonces el último show de la noche, el de 2manydjs. Los primeros minutos de la sesión demostraron que los hermanos belgas Steven y David Dewaele llevan ya un tiempo sin variar mucho su espectáculo y, viendo la cantidad de gente que mueven las no pocas veces que aparecen en el cartel de cualquier festival, se entiende que no cambien lo que tan bien les funciona. Eso sí, nos reservamos el derecho de irnos a casa antes de que acabaran. [Gema Cánovas]
[FOTOS: Gabri Guerrero] [FOTOS Iggy & The Stooges: Carles San Agustin] [FOTOS M.I.A.: Xavi Torrent]