«Cronomoto» es Kurt Vonnegut al cien por cien: una historia de ciencia ficción que reflexiona sobre el libre albedrío… y sobre el amor. Siempre el amor.
No es la primera vez que en Malpaso se topan con Kurt Vonnegut: hace ya algunos años, poco después del nacimiento de la propia editorial, publicaban «La Cartera del Cretino» de este autor imprescindible. Así que no es de extrañar que, ahora, desde Malpaso quieran traer hasta nosotros una de las pocas novelas de Vonnegut que restan (inexplicablemente) inéditas en nuestro país. Se trata de «Cronomoto«, que es considerada por los expertos en la bibliografía del autor de «Matadero Cinco» (sí, ese libro que fue tan importante dentro del movidón de «Lost«) como una de sus obras más personales y, sobre todo, como su legado literario.
El punto de partida es absolutamente alucinante. «Cronomoto» es el fenómeno temporal que denomina un fenómeno muy particular: el día 13 de febrero de 2001 a las 2:27 PM, una crisis asola al universo y todo regresa al día 17 de febrero de 1991. La humanidad, entonces, se ve obligada a repetir punto por punto todo lo que ya han vivido durante una década en la que se olvidan por completo del libre albedrío… Hasta que, como tiene que ocurrir, vuelve a llegar el año 2011 y la gente no sabe qué hacer con su libertad de decisión. El único capaz de ver algo de claridad en esta «epidemia de libertad» es Kilgore Trout, un viejo escritor sueco de sci-fi cuyos libros no le interesan a nadie.
«Cronomoto» vuelve a envolvernos con muchas de las constantes de la obra de Kurt Vonnegut: el libre albedrío, la tensión entre familia y sociedad, la huida de la violencia, la sencillez como medio de vida… y el amor. Por muy extraño que parezca, el amor siempre es el gran protagonista de todas las obras de Vonnegut. Y «Cronomoto» no se iba a salvar de esta plaga que, como la «epidemia de libertad», es inevitable en nuestras vidas.