Desde la aparición de «Pokémon» y su tremendo claim «¡Hazte con todos!», parece que la fiebre acumulativa se ha adueñado de los videojuegos. Desde entonces, la mayor parte de juegos incluyen dinámicas de acumulación de logros, de premios, de muñequitos… Una fiebre completista que tampoco era algo nuevo: ¿no es esta la base del consumismo? Va a ser que sí. Y va a ser que tampoco estamos en el mejor momento ni social ni económica para hacer apología del capitalismo, por mucho que nos quieran vender lo contrario para que sigamos girando en nuestra particular rueda de hamster. Por eso se agradecen juegos como «Little Inferno» para Wii U: una locura salida de la mente de los creadores de «World of Goo» que propone una dinámica tan sencilla como prenderle fuego a todas tus posesiones. En el mundo de «Little Inferno«, estás tan calentito al lado de tu chimenea (también llamada Little Inferno) que tendrás que tomar decisiones continuas sobre qué lanzas a la hoguera. Sabes que, al final, tendrás que quemarlo todo, con el componente de desapego antimaterialista que ello comporta… Y eso es, al fin y al cabo, pura catarsis. Ya sabes, nada de «¡Hazte con todos!». A partir de ahora, nuestro grito de guerra va a ser más bien: «¡Quémalos todos!»