Con una programación tan tremenda, ha sido difícil seleccionar… Pero aquí están nuestras cinco películas imprescindibles del Americana Film Festival 2015.
Una idea ilusionante de un grupúsculo de cinéfilos que creyeron que la construcción de una ventana abierta a parte del cine independiente norteamericano menos visible era tan interesante como necesaria. Así se ponía en marcha el Americana Film Festival, un proyecto que, tras un primer año de notabilísimo éxito, vuelve en 2015 con la misma filosofía y con la esperanza, ojalá, de consolidarse como la primera gran cita cinéfila del año barcelonés.
En aquella primera edición del festival pudimos ver películas tan destacables como “Short Term 12”, de Destin Daniel Cretton, o las encantadoras “The Kings of Summer”, de Jordan Vogt-Roberts, y “Drinking Buddies”, de ese prohombre del renacimiento llamado Joe Swanberg, director de la lejana y deliciosa “Hannah Takes The Stairs”. También estuvieron presentes la fascinante “Ain’t Them Bodies Saints”, de David Lowery, y la ya premiada en Sitges “Upstream Color”, de Shane Carruth.
Para el regreso del Americana a los Cinemes Girona, sus organizadores han logrado confeccionar un cartel tan ambicioso como apasionante. En dicho plantel, quedarnos con apenas cinco nombres como nuestras cinco apuestas personales se antoja una tarea tan complicada como injusta. Pero en Fantastic Plastic Mag, como suele decirse, hemos venido a jugar y, aunque para ello hemos tenido que dejar fuera cintas que a priori también tienen potencial para convertirse en favoritas del año, como la oscarizable “Selma” de Ava DuVernay o el regreso del veterano Bill Plympton con “Cheatin’”, este es nuestro Top 5 de películas que no queremos dejar escapar de este Americana Film Festival que da comienzo hoy mismo.
BEFORE I DISAPPEAR. Y empezamos justamente con la película que sirve para inaugurar oficialmente el festival. Probablemente será más apropiado llamar «comedia intensa» que «comedia dramática» a “Before I Disappear”, un relato casi en primera persona de un joven con ciertos problemas existenciales y sin muchas esperanzas que, por causas inesperadas, debe hacerse cargo de su sobrina durante unas horas. Shawn Christensen readapta la historia de “Curfew” (su cortometraje ganador de un Oscar hace ahora un par de años) para, amén de protagonizar, firmar su debut como director en el formato largo. La insoportable mutabilidad del destino jugando con nosotros, una vez más.
THE HEART MACHINE. El primer largometraje de Zachary Wigon incide en las dificultades de las relaciones sentimentales a larga distancia y la contextualización que la tecnología digital imprime en dichas relaciones, aportando esa sensación insoportablemente artificial de falsa cercanía. Wigon, sin embargo, se aleja del tratamiento dramático del asunto para convertirlo en thriller bajo la siguiente premisa: ¿y si la persona a la que amas y a la que crees viviendo lejos de ti te está ocultando que en realidad reside en tu propia ciudad? Brillante, ¿no? Skype como metáfora de la mentira del amor en un intenso juego de dobles lecturas. A priori, lo tiene todo para encantarnos.
LISTEN UP PHILIP. Avalada (y menudo aval) con el Premio Especial del Jurado en la última edición del Festival de Cine de Locarno, “Listen Up Philip” parece querer tocar todas las crisis del hombre finisecular: crisis creativa, crisis de pareja, crisis de consciencia. Cómo fue conquistado el ego y a dónde nos llevó eso. Jason Schwartzman (demostrando posiblemente por qué sigue siendo uno de los -irónicamente- más grandes de su generación) y Elisabeth Moss protagonizan esta cinta de Alex Ross Perry, en la que el autor que parece haber querido sintetizar el paradigma de cine indie sobre treintañeros egotistas pagados de sí mismos. Ante esa premisa sé que muchos echarán a correr, pero yo sólo puedo preguntarme: what’s not to like?
KUMIKO, THE TREASURE HUNTER. Una muchacha japonesa (la bellísima Rinko Kikuchi) decide asumir una excedencia vital para aventurarse en la búsqueda de una maleta llena de dinero al estado de Minnesota tomando la película “Fargo” como una especie de mapa del tesoro. Quizás esta historia (tan inverosímil como la mayoría de relatos que, como este, curiosamente se inspiran en un hecho real) no sea más que una excusa argumental que tomen los hermanos David y Nathan Zellner para mostrar la dualidad de sentimientos que indefectiblemente implica embarcarse en un viaje (interno o no) cuando este se afronta en soledad. Sea como fuere, “Kumiko, The Treasure Hunter” huele a pequeña gran joya; ojalá no nos equivoquemos.
NIGHT MOVES. Por supuesto, no podíamos dejar de mencionar aquí la última película de Kelly Reichardt, una de las figuras más importantes del cine norteamericano en lo que va de siglo, tras firmar obras como “Old Joy”, “Wendy & Lucy” y la maravillosa y nunca suficientemente reivindicada “Meek’s Cutoff«, que pudo también verse en Barcelona por vía festivalera (en este caso, en la primera edición del Festival de Cine d’Autor). Con “Night Moves”, protagonizada por Dakota Fanning y Jesse Eisenberg, Reichardt quizás vuelva a sublimar la tensión por medio de la explotación del detalle y de la insinuación narrativa. Sea como fuere, no la dejen escapar.