Después de hacer suyo el escenario Pitchfork en el Primavera Sound, Chvrches volverán a Barcelona en septiembre para demostrar que también se mueven bien en las distancias cortas.
¿Qué os vamos a contar de Chvrches que no os hayamos contado ya? Que besamos el suelo por donde pisa la etérea Laureen Mayberry. Que no podemos ser más fans de los bailecitos de San Vito de Martin Doherty en el escenario (la auténtica star del grupo). Que, a meses vista desde que se publicara, aún disfrutamos de las canciones de «The Bones Of What You Believe» (Glass Note, 2013) como el primer día. Puede que más. Que su actuación en el Primavera Sound de Barcelona fue de lo más consistente y emocionante que vimos esta edición. Que su carrera, aunque corta, es fulgurante: dentro de ellos hay una estrella, y ya está brillando. Y que nos quedamos con las ganas de escuchar «Tether» en directo y llorar a moco tendido sin importarnos que la gente de alrededor se riera de nosotros y nos llamara «pussies» (porque, por el volumen de guiris que había en el Primavera de este año, era más fácil eso que escuchar «maricas«). Sí, aquella actuación de Chvrches fue grande, pero para nosotros quedó inconclusa.
La buena noticia es que el trío escocés volverá a Barcelona a saldar cuentas pendientes. Lo harán el 11 de septiembre en La [2] de Apolo, en plena velada de la Diada acompañados de los madrileños Der Panther como teloneros. Laureen & cia volverán para demostrarnos que, pese a su formato grandilocuente que tan bien ha lucido esta temporada en escenarios festivaleros, también saben moverse en las distancias cortas, que ahí es cuando se confirma si una banda merece ser grande o flor de un día. No creemos que sea el caso, sin embargo. Las entradas costarán 32€ en taquilla, 28€ en Ticketmaster y los portadores del abono del PS 2014 podrán comprarla a un precio reducido de 26€. Nosotros, por nuestra parte, esperamos con fruición que llegue el día, que nos emocionen con los temas de su primer disco y que estrenen material nuevo (que ya toca). Y que esta vez no se vayan sin tocar «Tether«, por Dios.