Como si en los últimos tiempos VANS no hubiera dado suficientes muestras de cómo ha de adaptarse una firma al cambio de los tiempos y las modas, ahora resulta que la marca se desmarca con su nueva línea VANS OTW, con la que se siguen barriendo fronteras entre el compartimenteo de estéticas street y skate. Dentro de esta línea, es inevitable que en FPM nos enamoráramos de las VANS Alomar igual que siempre hemos estado irremisiblemente enamorados de las Chukka (aunque lo cierto es que el nombre de estas últimas sigue siendo insuperable). De hecho, las nuevas Alomar son una evolución del mencionado modelo, incoporando nuevos materiales y un rediseño de la silueta, con esa caña alta que recuerda a tablas a toda velocidad pero con un acabado mucho más estilizado que hace pensar en otras velocidades (de baile) a pie de pista en un club de sábado por la noche. Esto es una evolución y no lo de los inquietantes Digimon.