«Chartwell Manor» es la novela gráfica con la que Glenn Head se enfrenta a los años de abusos sexuales que sufrió en un internado.
«Ninguna infancia merece ser profanada. Pero nadie elige su infancia«. Estas son las durísimas pero acertadas noticias que coronan la nota de prensa con la que la editorial La Cúpula presenta una de sus novedades más destacadas de esta temporada: «Chartwell Manor«, de Glenn Head. Y es que, al fin y al cabo, la nueva auto-ficción en forma de novela gráfica se ha convertido en un campo realmente fructífero a la hora de sembrar historias biográficas que buscan hacer las paces con el pasado.
En esa línea se circunscribe esta «Chartwell Manor» en la que Glenn Head habla públicamente de los años de abusos sexuales que sufrió durante los años de su adolescencia en un internado. Un cómic que ha necesitado casi cincuenta años para tomar forma… Y es normal. No es fácil para absolutamente nadie exponerse de una forma tan honesta y desnuda, así que es normal pensar que el autor ha necesitado cinco décadas para hacer examen de conciencia y plasmar lo vivido en páginas y viñetas.
«Chartwell Manor» aborda los obstáculos, las secuelas emocionales, los complejos, la culpa, las adicciones y las conductas autodestructivas que se desprenden de trauma vivido en unos años en los que el ser humano es particularmente vulnerable. Para enfrentarse a estos fantasmas, además, Head recurre a una estética de cómic underground que guarda en su interior una de las voces más francas y sinceras que se van a poder leer este año. Una voz adulta que, sobre todo, huye de forma consciente de los sentimentalismos comunes a la hora de tratar este tipo de temáticas.
El mismo Robert Crumb, de hecho, ha descrito esta novela gráfica como una absoluta obra maestra. Y, sinceramente, el hecho de que alguien como Crumb se deshaga en elogios hacia «Chartwell Manor» de Glenn Head debería ser suficiente indicativo de que esta y no otra debe ser tu lectura obligada para estos meses.
Más información en la web de La Cúpula.