Atacamos la nueva hornada patria con los análisis de los respectivos nuevos álbumes de Charnego, Puzzles y Dragones y Vera Fauna.
«Regreso al Futuro», de Charnego
El nuevo disco de Charnego, titulado «Regreso al futuro», es la única revolución posible (y deseable) ante el actual estado actual de nación.
Tal como están las cosas, hay material inflamable de sobra para hacer canciones incendiarias. En realidad, los últimos cinco, diez, veinte o treinta años dan para eso y lo que surja. Y sin salir de la esfera de nuestro sacrosanto país. Así que, cuando Álvaro Marcos y David Moralejo (Atención Tsunami), Marco Lipparelli (Being Berber, Gut Derby) y Pablo Garnelo (Biznaga, Ardora) decidieron unir fuerzas y formar el (súper)grupo Charnego, solo tenían que mirar un poco alrededor para dotar de significado un discurso crítico, sardónico y mordaz propulsado por energía rock y espíritu punk.
En este sentido, y siguiendo la misma línea, si Biznaga son nuestros The Clash, Charnego serían nuestros IDLES particulares, aplicando las mismas dosis de intensidad y fiereza. A partir de esa aleación entre forma arrolladora y fondo afilado nació “Regreso al Futuro” (Repetidor, 2023), debut en largo ejecutado con precisión de cirujano y cierto ánimo experimentador (que desfigura en algunos momentos los moldes del post-hardocre y el math-rock) con el que Charnego crean un acto revolucionario que debería tomarse como una reacción lógica ante el estado actual de nación.
De hecho, en la nota de prensa del disco se afirma que “es como un desfile ‘gramsciano’ de carrozas con gigantes y cabezudos para evitar que el pasado regrese”. Mejor definición, con todas las connotaciones simbólicas e ideológicas que se quieran ver, imposible.
Entre la acidez de “Frágil (El Niño de Elche)”, la velocidad de “Preferiría Hacerlo”, la ironía de “Enric Swag Juliana” y “Fernando Arrival” y la contundencia de “La Ruta del Pelotazo” -especie de continuación del tema de Biznaga “Espíritu del 92”, incluido en su último álbum, “Bremen no Existe” (Montgrí, 2022)-, Charnego abordan cuestiones como el machismo ibérico, la corrupción político-económica o el crudo futuro que nos espera y las tratan como algo más que asuntos recurrentes: son losas cuyo peso debemos soportar aunque, con la ayuda de la pólvora de “Regreso al Futuro”, podemos dinamitarlas. [Más información en el Instagram de Charnego || Escucha «Regreso al Futuro» en Apple Music y en Spotify]
«Recuerdos de» Puzzles y Dragones
Emoción, tristeza y nostalgia, siempre con un poderoso corazón de melodía, son los elementos que Puzzles y Dragones cocinan en su nuevo disco.
Todo amante del indie, twee y jangle pop quizá tenga guardada como una pieza de culto “Vuelven Puzzles y Dragones” (Discos de Kirlian, 2017), primer álbum de Puzzles y Dragones y una obra lúcida y encantadora que reafirmó la idea de que jamás hay que perder la fe en el pop por mucho que nos hunda en la miseria. Aunque, antes de aquel disco, ya había visto la luz el EP “Somos Puzzles y Dragones” (Discos de Kirlian, 2013). Y, hace unas semanas, salió publicado otro LP, “Recuerdos de Puzzles y Dragones” (El Genio Equivocado, 2023).
Somos, Vuelven y Recuerdos. Se completa de esta manera una peculiar trilogía mediante un trabajo en el que la banda madrileña exhibe toda su vena melancólica y afectadamente resignada, como quien deja atrás a alguien o una parte de su vida sin solución que lo remedie.
Los mismos Puzzles y Dragones han asegurado que aquí aparecen muchos elementos autobiográficos… Aviso para navegantes vulnerables y apesadumbrados: más allá del origen privado de las canciones de “Recuerdos de Puzzles y Dragones”, este es un álbum empático que encuentra conexión directa con la sensibilidad del oyente y sus propias experiencias. Solo así se comprende que resulte tan fácil asimilar, a pesar del dolor subyacente, en “Rubén y Andrea”, “El Vacío que no se Puede Llenar” o “El Final de mi Felicidad” (ay, ese viento que suena de fondo…) el prototípico contraste indie-pop entre ritmo dinámico y contagioso y letra con la que el corazón se rompe en mil pedazos y vuelan por toda la habitación.
A medida que uno escucha “Recuerdos de Puzzles y Dragones”, se enfrenta a verdades irrefutables envueltas en drama (“La Distancia Está Cerca”), se prepara para partirse en dos viajando al pasado (“Los Días sin Final”), asume destinos inevitables entre silencios y autorreproches (“Abismos y Sombras”) e intenta amortiguar el derrotismo sentimental como puede (“Facebook”).
Efectivamente, “Recuerdos de Puzzles y Dragones” rezuma emoción, tristeza, nostalgia… Eso sí, siempre con la melodía en el centro. Y de ahí sale “Fantasía”, candidata a canción indie-pop del 2023 que recupera lo que decíamos al principio: ese sonido, aunque a veces nos haga daño, nos acompañará hasta el fin de nuestra existencia. Casualidad o no, en el desenlace del disco quedan marcadas las huellas del paso del tiempo con “Gente Mayor” y “La Línea de la Sombra”, que sirven para no olvidar que recuerdos somos y en recuerdos nos convertiremos. [Más información en el Instagram de Puzzles y Dragones || Escucha «Recuerdos de…» en Apple Music y en Spotify]
«Los Años Mejores», de Vera Fauna
Los años mejores, los de la juventud, escurríendose por el sumidero y desapareciendo… ¿Te suena? Pues ahora ponte a escuchar el nuevo disco de Vera Fauna.
Cambiemos Conil por Sevilla. La calle del Peñón por el barrio de La Candelaria. A un Kiko por un Kike. Y a Joselito por algún colega o personaje que conozcan Vera Fauna, que se echaron unos cantecitos en su primer álbum, “Dudas y Flores” (Purple Moon, 2020), para pintar un cuadro realista sobre vivir la vida en el sur aunque sin la alegre golfería marinera del clásico de Kiko Veneno, sino con una parsimonia que ayudaba a comprender a unos chavales que ponían en solfa la gentrificación y otros males provocados por la modernidad.
Aquel era un disco hecho a ras de calle, que supuraba costumbrismo por sus cuatro costados, al estilo de la canción protesta tranquila de Grupo de Expertos Solynieve pero a la orilla del Guadalquivir y desde una perspectiva generacional diferente. En su segundo álbum, “Los Años Mejores” (Ernie Records, 2023) -producido otra vez por Raúl Pérez (La Mina)-, Vera Fauna no se salen de los renglones de su anterior trabajo ni abandonan Sevilla como epicentro geográfico, aunque aquí amplían el alcance de sus palabras, con las que describen el triunfo de la supervivencia diaria sin necesidad de apelar a una narrativa artificiosamente grandilocuente.
De esta manera, Kike Suárez (voz y guitarra), Javi Blanco (guitarra), Jaime de Sobrino (voz y bajo) y Juanlu Romero (batería) -más Álex Fernández (músico de directo)- demuestran que es posible extraer de lo cotidiano mucha poesía, pese a que el tema recurrente sea la precariedad propia del presente. Según una particular filosofía de bolsillos vacíos pero llena de riqueza y profundidad, Vera Fauna reflejan el estado de ánimo que genera ver cómo esos mejores años a los que alude el título del LP, los de la juventud, parecen irse por el sumidero. Todo ello expresado con ademanes con los que se puede confundir indignación con resignación o realismo con conformismo.
Con todo, no se debe juzgar “Los Años Mejores” por el aspecto de sus canciones, por mucho que lo sugiera la guitarra perezosa de “Peso Pluma”, en la que se escuchan -al igual que en el resto del repertorio- frases afinadas como “empezaba el año bien y han subido el alquiler”. Vera Fauna convierten esta y otras historias corrientes en reflexiones extraordinarias sobre lo ordinario depurando la psicodelia sevillana de los 70 o la más reciente de Pony Bravo, aplicando color ámbar a sonidos ágiles y sugerentes (“Casa Carreras”), colocando a Mac DeMarco en plena Alameda (“Mira lo que Tengo”), añadiendo gotas bossa nova (“Estrella de Papel”) o absorbiendo el influjo (psico)flamenco y arábigo (“No Quiero Nada”, con la talentosa gaditana Carmen Xía).
Y, claro, en “Los Años Mejores” también aparece “Martes”, la celebración de la vida sin prisas entre el caos semanal en la que colabora Kiko Veneno, con quien Vera Fauna comparten escenarios -revisando su mítico “Échate un Cantecito” (BMG Ariola, 1992)- y su forma de meditar sobre la existencia. Por ahí van Vera Fauna, con los ojos brillantitos, ya tienen las ganas y ahora sólo buscan un sitio donde les dejen cantar. [Más información en el Instagram de Vera Fauna || Escucha «Los Años Mejores» en Apple Music y en Spotify]