La nueva película de Woody Allen, «Café Society», llega a la cartelera… Pero a lo mejor te parece más interesante el encuentro entre «Elvis & Nixon».
¿Qué dices? ¿Que tu vuelta al curro después de las vacaciones está siendo una mierda? Pues, mira, chiqui, piensa lo que estás diciendo. Porque, al fin y al cabo, si tu vuelta al tajo está siendo una mierda, no te puedes ni imaginar lo que está pasando Woody Allen. Al fin y al cabo, tu «mierda» es que no tienes ni puñetera gana de currar y que no puedes concentrarte delante del ordenador. Lo de Allen es un puro Via Crucis, porque no se puede definir de otra forma el putadón de que estrenen una peli tuya en un momento tan anodino como el último fin de semana de agosto.
Será porque, al fin y al cabo, «Café Society» no fue la película preferida de absolutamente nadie a su paso por el pasado Festival de Cannes. O será porque Woody Allen nos tiene a todos cansaditos de su ritmo de una peli al año. Será por lo que sea, y por mucho que este sea el estreno destacado de la semana, no puede decirse que nadie lo esté esperando en palmitas… Y es una pena, porque eso de ver a Kristen Stewart y Jesse Eisenberg en un retrato (irónico, claro) del mundo de los actores hollywoodienses en los años 30 pintaba bien. A priori. Siempre a priori.
Y si Allen no te convence, ¿qué te parece la oportunidad de ver a Kevin Spacey colgando a su Frank Underwood por un momento para meterse en la piel de ni más ni menos que el presidente Nixon? Lo hace en «Elvis & Nixon«, dándole la réplica a un Michael Shannon que interpreta a la pelvis más famosa del mundo. La trama gira en torno a la petición del artista de una placa de agente federal para combatir el narcotráfico. Pero ya se sabe, la trama nos la repamplinfa porque, al fin y al cabo, el film de Liza Johnson no es más que un duelo de titanes / actores.