Amores que duelen como los de «Mi Amor» y dramas como el de «El Incendio» animan la cartelera en una época que es visiblemente de bajuna.
La cosa está muy malita después de Semana Santa, la verdad. Pero eso no es algo que nos pille por sorpresa: ya se han pasado los meses en los que la cartelera tira del efecto Oscar, hemos quemado los blockbusters «early bird» de la mencionada Semana Santa, los estrenos veraniegos todavía quedan lejos… Y, aquí en medio, nosotros. Esperando que la cosa se reactive por un lado o por el otro. Aun así, y mientras esperamos, ¿por qué no atreverse con algunos estrenos que en época de vacas gordas a lo mejor ni nos plantearíamos disfrutar en pantalla grande? Pues eso.
Estrenos como, por ejemplo, «Mi Amor«. Cierto es que la película viene avalada por Maïwenn, una directora (también actriz) que a sus espaldas tiene un buen puñado de films resultones como «Polisse» o «Pardonnez-moi«. Más cierto es que el hecho de tener a Vincent Cassel como protagonista masculino debería ser reclamo suficiente. Y ciertísimo es que el argumento, una historia de amor que se alimenta de destrucción y violencia, resulta lo suficientemente atractivo como para asegurarse una buena ración de público. Así que, a lo mejor, en vez de considerarlo un estreno menor deberíamos abrazarlo con la mente bien abierta, ¿no?
Lo mismo ocurre con, por ejemplo, «El Incendio«: muchos son los que cerrarán la mente cuando sepan que se trata de un drama argentino (que, oye, tiene sus fans, pero también muchos pero que muchos detractores)… Pero habrá que auto-obligarse a no ser tan cerrado y a dejarse llevar por este film de Juan Schnitman que demuestra que en 24 horas puede pasar absolutamente de todo: Lucía y Marcelo son una pareja que han de llevar cien mil dólares a un notario para pagar su nueva casa pero que, al tener que esperar un día más, verán cómo el drama se cierne sobre sus vidas. Vale. A lo mejor es demasiado dramas. Pero tampoco está mal darse un chapuzón drama queen de vez en cuando.