«A Cambio de Nada», «Las Altas Presiones»… Esta semana, nuestra sección de estrenos de cartelera se consagra por completo al cine español.
Es tiempo de resaca festivalera… Y eso se nota. De hecho, si en las semanas siguientes a festivales como el de San Sebastián vemos cómo muchas de sus exclusivas del certamen van cayendo en la cartelera, en esta ocasión es curioso observar cómo lo que van cayendo son exclusivas puramente nacionales. Y es que, al fin y al cabo, dos festivales que acabamos de cerrar (a saber: el Festival de Cinema D’Autor de Barcelona y el Festival de Málaga) tienen un fuerte componente nacional. Así que no es de extrañar que muchas de las exclusivas que estaban congeladas se estrenen por fin aprovechando además el tirón y la buena prensa generada a su paso por los mencionados eventos.
De entre todos los estrenos patrios que llegan este fin de semana a la cartelera está bien destacar uno que llega del D’A 2015 y otro que no necesita presentación porque todo el mundo está hablando de él después de que ganara la Biznaga de Oro en Málaga. Me estoy refiriendo a «A Cambio de Nada«, el debut en la dirección de Daniel Guzmán que ha alejado de un plumazo cualquier chascarrillo de esos que suelen emplearse cuando un actor se mete a realizador. En esta ocasión, ya no es sólo que convenza la historia de joven que escapa de casa para encontrar una nueva familia de descastados, sino que el rizo se acaba de rizar con un casting que incluye a grandes como Luis Tosar o Miguel Herrán. Sobran las palabras.
Y si lo de «A Cambio de Nada» puede considerarse un «gran gesto» del cine español, tampoco hay que perder los gestos más delicados como el de «Las Altas Presiones«, que pasó hace escasos días por el D’A 2015 levantando una encarnizada guerra entre los que ven una cinta generacional y los que (permítanme meterme en este último saco) ven más bien un ejercicio de estulticia inmovilista y ombliguista, un darle vueltas una y otra vez al trauma del Peter Pan que creció pensando que a las chicas les gustan los sensibles que se emocionan con gilipolleces como teatros de sombras chinescas, un Peter Pan que sigue creyendo que la mujer de su vida va a ser una indie súper maja (y súper clichetera) que sabrá comprenderles en sus taras emocionales. Todo ello con una dirección y unas actuaciones bastante cuestionables… Pero, oye, que no me toca a mi rajar aquí a la película de Ángel Santos. Veánla ustedes. Y luego me cuentan.