La semana pasada puede que me frotara las patitas ante la cantidad de títulos (a priori) interesantes que se estrenaban en nuestra cartelera. Esta semana, por el contrario, toca frotarse las patitas pero ante un panorama cualitativo más que cuantitativo. Y es que no todos los días aterriza en las pantallas grandes una película tan sólidamente candidata a film del año como «The Deep Blue Sea» (y que conste que esto no lo digo por decir, sino basándome en las positivísimas críticas que recibió la película de Terence Davies a su paso por el pasado Festival D’Autor de Barcelona). Ya es box populi que Rachel Weisz borda el papel de su carrera: una Hester que lo deja todo por amor y acaba descuartizada en las fauces de una realidad donde no parece haber espacio para los ideales románticos. Pero sí para la posibilidad del suicidio. Y también es de dominio público que Terence Davies, basándose en una obra de Terence Rattigan, ha firmado uno de los films más bellos y dolientes de la temporada.
Y aunque el anhelo de jarana podría llevarme a destacar «Dredd 3D» o «Holmes & Watson: Madrid Days» (más la española que la americana), al final soy plenamente consciente que la primera tiene todas las papeletas para no salirse con la suya en este remake-pirueta y que la segunda, admitámoslo, al final va a resultar que ni forzándonos a verla para partirnos la caja va a tener ni puta gracia. Por eso la segunda opción de la cartelera de esta semana es, sin lugar a dudas, esa «Eternamente Comprometidos» que nos llega con una etiqueta que empieza a ser un poco odiosa («De los creadores de ‘La Boda de mi Mejor Amiga’«) pero que, para qué vamos a negarlo, todavía nos atrae hacia la taquilla como las moscas hacia… Pues eso.