Si eres de los que todavía no se cree que el cine español está pasando por una buena racha, necesitas ver «Requisitos Para Ser Una Persona Normal».
¿Eso de decir «algo está pasando últimamente con el cine español» ya empieza a ser un lugar común demasiado ofensivo? Porque, a ver, es evidente que sí que ocurre algo: el número de estrenos es bastante elevado, el público supuestamente responde bien… Y, lo que es más sorprendente todavía, parece ser que no hay un «público» único, sino diferentes públicos que se adaptan a diferentes tipos de cine. Esto sólo puede ser bueno. Pero si decía más arriba que tal afirmación tiene algo de ofensivo es porque suele aplicarse acompañada de un buen ratio de sorpresa. Y, oye, ¿por qué deberíamos sorprendernos?
Eso mismo, ¿por qué deberíamos sorprendernos cuando a nuestra cartelera van llegando películas tan interesantes (a priori) como «Requisitos Para Ser Una Persona Normal«? Ojito: en los últimos días, el número de amigos que me han dicho que quieren ver esta película es demasiado elevado como para obviar su consejo. Y es que, al fin y al cabo, es difícil pasar por alto el atractivo de ver a la siempre acertada Leticia Dolera (también detrás de la cámara) entrando en la treintena, preguntándose qué carajo es eso de «una persona normal» y proponiéndose cumplir todos los requisitos para serlo. Eso sin contar el poderío cómico del barbudo Manuel Burque, la presencia magnánima de Carmen Machi y la sensación de que, sí, estamos ante la nueva gran comedia española. Como para dejarlo escapar.
Aun así, si prefieres un rollito más indie y, sobre todo, que venga de fuera de nuestras fronteras, tu estreno de esta semana es, sin lugar a dudas, «Horns«. La película de Alexandre Aja le da la vuelta a eso de que te pongan los cuernos plantándole una vistosa cornamenta al personaje de Daniel Radcliffe, un tipo que se despierta una buena mañana de resacofen… y con cuernos. Todo parece indicar que, para quitarse esta pesadilla de la cabeza (nunca mejor dicho), tendrá que resolver el asesinato de su novio. Y todo parece indicar, además, que Aja está haciendo mucho más que una comedia amable.