Parece que la cartelera empieza a recuperarse del aburrimiento veraniego gracias a estrenos tan interesantes como «Locke» o «Infiltrados en la Universidad».
[dropcap]P[/dropcap]ues mira, yo creía que esto de volver de las vacaciones iba a ser un coñazo máximo en todos los aspectos pero principalmente en lo que respecta a la cartelera… Pero, por suerte, resulta que me equivocaba. Big time. La prueba de ello es que, si tuviera más ganas y no me estuviera llamando el sol más allá de la ventana, es probable que pudiera marcarme una cartelera larguísima haciendo honor a absolutamente todos los estrenos interesantes de esta semana. Pero como el buen tiempo me tira a lo canto de sirena, voy a pasar rapidín los dos estrenos menos impepinables y voy a centrarme en los dos platos fuertes. A ver, así rapidín: «Lucy» puede molar o puede ser un bodriazo (es lo que tiene juntar a un Luc Besson en horas bajas y a una Scarlett Johansson que bordea la interpretación estilo «coma cerebral»); y «En Un Patio de París» puede ser interesante por ver a Catherine Deneuve haciendo de vieja chocha, pero también puede ser «otra comedieta pseudo-dramática más francesa«.
Y ahora a por el gran estreno de verdad de la semana: «Locke«. De hecho, con un estreno como este dan ganas de destacarlo con mucho pero que mucho ahínco, puesto que tiene todas las papeletas para pasar injustamente desapercibido. Y no lo entiendo: el director, Steven Knight, se ha marcado una especie de «Buried» pero dentro de un coche, en tiempo real y en el que el protagonista sólo habla con el mundo exterior a través de su móvil. Para más inri, el protagonista en cuestión es ni más ni menos que Tom Hardy. ¿Más motivos para correr a verla? ¡Hardy lleva barba! Just sayin’.
El segundo estreno destacado no necesita demasiadas palabras: después de demostrar una química inusual en «Infiltrados en Clase«, Channing Tatum y Jonah Hill repiten el esquema de aquella en «Infiltrados en la Universidad«. Partiendo de la serie de los años 80 protagonizada por Johnny Depp, hay que reconocer que la primera entrega tuvo su gracia (y mucha) como exponente de bromance a tope. Así que, ¿por qué no confiar en que volverán a provocarnos unas buenas risotadas en «Infiltrados en la Universidad«?