Mientras unos buscan paraísos artificales en el Sónar, muchos otros lo harán en una cartelera coronada por «Sólo Los Amantes Sobreviven» y «Las Dos Caras de Enero».
[dropcap]P[/dropcap]uede que en esta web llevemos unos días (e incluso una semanita) en la que parece que no hablamos de nada más allá de ese Sónar 2014 que acaba de dar su pistoletazo de salida en Barcelona… Y, aunque desearíamos que absolutamente todo el mundo pudiera (y debiera) vivir lo que vamos a vivir nosotros en el festival de música avanzada, también hay que ser conscientes de que la gran parte de la población va a tener que buscarse otros paraísos artificiales con los que entretenerse en los próximos días. Ahí entra el cine. Siempre entra el cine porque, en cuanto a paraíso artificial, no hay droga que le gane. Y, de hecho, todo este rollo de paraísos artificiales me viene que ni al pelo para recomendar «Sólo Los Amantes Sobreviven» (¿por qué será que, en castellano, este título tiene una sonoridad mucho menos romántica que «Only Lovers Left Alive«?)… Por allá por donde ha pasado, el último film de Jim Jarmush ha dividido por completo a los espectadores: ¿no es la película que se podría esperar de este director? ¿Es un desbarre vampírico infumable? ¿Es un delirio melómano? Aquí y ahora, yo necesito declararme fan absoluto de «Sólo Los Amantes Sobreviven«: este retrato del amor inmortal de dos vampiros, Adán y Eva (sí, esos Adán y Eva), y de cómo ambos han alternado con las mayores luminarias culturales de la historia de la humanidad resulta divertida, romántica, nostálgica, bohemia, elocuente y muy pero que muy inteligente. Si eso no es cine de Jarmush en su máxima potencia, que venga Dios (el creador de Adán y Eva) y lo vea.
Aun así, y por si hay alguien que siga desconfiando de Jarmush y sus amantes vampíricos, el segundo recomendado de la cartera semanal es esa «Las Dos Caras de Enero» que puede resumir su appealing con una oración: «del guionista de «Drive» y basado en una novela de Patricia Highsmith«. Todo ello con un rollito de americanos visitando la Europa del dolce far niente y poniéndola patas arriba con un thriller de tomo y lomo que, así, habiendo visto tan sólo el trailer, recuerda poderosamente a «El Talento de Mr. Ripley«. A mi no se me ocurre mejor referencia para la película de Hossein Amini, la verdad.