La semana pasada nos saltamos la cartelera por motivos personales (añadan aquí «vacaciones» los menos proclives a la envidia) y, con ella, pasamos por alto a «The Amazing Spider-man«… Un blockbuster siempre es un blockbuster. Precisamente por eso, es inevitable añorar el calorcillo de hace siete días al toparnos ahora con una tanda de estrenos particularmente aburridos: «Elefante Blanco» asusta de lo envarada que parece (a primera vista y juzgando por el peñazo de trailer, que conste), «The Swell Season» ya tiene suficiente rodaje para que muchos ya la hayamos catado, y «Lobos de Arga» provoca la misma indecisión que siempre nos acosa con este tipo de estrenos patrios (¿será potable? ¿o más bien será un revival del peor humor setentero a lo Esteso disfrazado de hombre lobo?). Por suerte, «El Dictador» se erige como la única apuesta segura de la cartelera: viene avalada por los aciertos previos de Sacha Baron Cohen, quien después de partirse la caja a costa de los inmigrantes («Borat«) y los homosexuales de librillo («Bruno«) se atreve ahora con un dictador que está dispuesto a cualquier cosa para evitar que se le acabe su chullo particular. Aun así, bien podría ser que el reiterativo humor de Baron Cohen se hubiera agotado en la repetición de una fórmula que empiece a cantar pese a cambiarle las ropitas… Pero no es momento de pensar mal. Hace demasiado calor.
[Raül De Tena]