Da igual que el Festival D’Autor se acabar el pasado domingo. Y da igual porque, gracias al excelente nivel de su programación, tened por seguro que nos vamos a pasar semanas y semanas hablando de este evento y de las películas que allá vimos. Es el caso, por ejemplo, de la que fuera la cinta inaugural del festival: «Un Amour De Jeunesse«, con la que Mia Hansen-Løve volvía al certamen por segundo año consecutivo pero, esta vez, ya como un valor asentadísimo y esperadísimo. No era para menos, ya que «Un Amour De Jeunesse» ha sido insistentemente señalada como acreedora de una sensibilidad deliciosa a la hora de retratar un primer amor que se alarga en el tiempo y deja secuelas. De hecho, la directora no ha ocultado nunca que este film nace con al intención de pasarle por la cara a su madre que, por mucho que ella le dijera cuando se acabó el primer amor que eso es «algo que pasaría», no fue así. ¿No es suficiente motivo para que «Un Amour De Jeunesse» sea el estreno destacado de la semana?
Y como «Somobras Tenebrosas (Dark Shadows)» de Tim Burton no necesita recomendación alguna para petarlo en taquilla (y también como no acaba de convencer el nuevo-viejo movimiento de este director que hace tiempo que da preocupantes muestras de desgaste), el segundo estreno de cartelera destacado no puede ser otro que «Un Lugar Donde Quedarse (This Must Be The Place)«, el ataque de Paolo Sorrentino al mercado Hollywoodiense con Sean Penn haciendo de un travesti que imita a una drag king que imita a Robert Smith. Sea como sea, entre la banda sonora de órdago (¡David Byrne!) y el argumento surrealista (un trasunto del líder de The Cure a la búsqueda de un asesino nazi), al final resultará que va a ser una de las sorpresas de la temporada.
[Raül De Tena]