¿»Perdida»? ¿»Winter Sleep»? ¿»A Escondidas»? Elegir un único destacado esta semana entre los estrenos de cartelera es totalmente imposible.
[dropcap]A[/dropcap]l final resulta que la cosa ha ido bastante rápida, la verdad… Si alguien me hubiera preguntado hace un año, que es cuando todo este tinglado se anunció, habría dicho que el proyecto de llevar al cine la novela «Perdida» se iba a convertir en uno de esos procesos interminables que se van alargando en el tiempo porque la autora original se pone pejiguera, porque no dan con el casting ideal y porque los productores quieren hacer el come-palomitas definitivo. Pero, al final, resulta que todo ha sido más fácil y rápido de lo esperado: la autora original, Gillian Flynn, se subió pronto al carro de la película como co-guionista al alimón con el director David Fincher; la elección de Ben Affleck como prota convenció por lo que el personaje tiene de persona que no sabe gestionar su expresión fácil y lo de Rosamund Pike pareció una buena apuesta desde el principio; y, sobre todo, los productores no parecen haber dado mucho por culo porque parece que todo ha ido como la seda y que tenemos entre nosotros el pepinazo definitivo. Para los recién llegados: «Perdida» narra la historia de un hombre cuya mujer desaparece y que, en la rueda de prensa con la policía, se dedica a sonreír como un asesino por puros nervios. A partir de ahí, una gozada narrativa. Hay ganas de ver cómo han trasladado Fincher y Flynn al lenguaje cinematográfico todas las tretas puramente literarias del «Perdida» original.
Y aunque las entrañas me pidan dejar «Perdida» como el destacadísimo único de esta semana en la cartelera, ¿cómo pasar por alto que un gigante llega hasta nuestras pantallas grandes? Me refiero al «Winter Sleep (Sueño de Invierno)» de Nuri Bilge Ceylan, quien después de convencer con su inconmensurable «Once Upon A Time In Anatolia» sigue explorando los diálogos interminables y las atmósferas dilatadas en una película que triunfó en el pasado Cannes y que aborda frontalmente el crepúsculo de un matrimonio, con sus (escasos) gozos y sus (múltiples) sombras.
La joyita escondida de la semana, por su parte, parece ser precisamente «A Escondidas«, el pequeño-gran film con el que Mikel Rueda pone al descubierto el despertar homosexual de dos adolescentes, uno vasco y el otro un inmigrante marroquí, en un entorno que percibirán hostil hasta que se den cuenta de que sin la ayuda de ciertas personas clave no podrán asumir su propia condición con normalidad. A ver si, con un poco de suerte, «A Escondidas» deja de ser una joya escondida y pasa a ser una joya al descubierto.