El revival de la saga «Star Wars» y la reciente (y trágica) muerte de Carrie Fisher convierte «El Diario de la Princesa» en una lectura imprescindible.
Hay veces que el oportunismo es una mierda… Pero hay veces que el oportunismo, en vez de una mierda, es elocuentemente oportuno. Y ya. Sin ismos que valgan. El hecho de que Ediciones B publique ahora en nuestro país «El Diario de la Princesa» de Carrie Fisher es oportunista, sí, claro, pero el hecho de que sea elocuentemente oportuno es lo que debería quedarnos a todos en la cabeza. Y, ojo, porque el don de la oportunidad no viene a partir de la muerte de la actriz a finales de diciembre del pasado año 2017… sino debido a una coyuntura general mucho más amplia.
Al fin y al cabo, ¿no estamos viviendo en pleno furor de la tercera juventud de «Star Wars«? Puede que muchos opinaran que, después del resultado desigual de la segunda trilogía a modo de precuela, mejor sería dejar la saga tal y como estaba. Puede que muchos creyeran que la entrada de la Disney en la franquicia la convertiría en un puro ejercicio de mercadotecnia… Pero la realidad está ahí: las nuevas pelis de «Star Wars» molan. De hecho, molan mucho. Y, aunque es imposible saber cómo se solucionará la papeleta en futuros films, el papel de la Princesa Leia en la nueva trilogía parecía que iba a ser determinante.
Así que, ¿cómo va a existir mejor momento para publicar «El Diario de la Princesa«? Al fin y al cabo, nos encontramos ante un diario escrito por la propia Carrie Fisher en el que habla de todas sus vivencias dentro y fuera del rodaje de la primera película de «Star Wars«… Y cualquiera que conozca la lengua mordaz de Fisher, tan proclive a los discursos cachondos e incluso a los monólogos descarnadamente tronchantes, sabrá que «El Diario de la Princesa» solo puede ser material de alto voltaje en su visión irónica de uno de los iconos más intocables de la cultura contemporánea, pero también en lo puramente emocional.
Más información en la web de Ediciones B.