El ciclo Caprichos de Apolo vuelve a apostar por una programación valiente y ecléctica con nombres como Mick Harvey, Gepe, Elsa de Alfonso y Los Prestigio…
De unos años a esta parte, la Sala Apolo de Barcelona lleva apostando en su ciclo Caprichos de Apolo por conciertos difíciles de ver en otros lugares, haciendo del riesgo -ya sea el de bandas no demasiado conocidas o el de llevar a un escenario propuestas tan complicadas como la de Einstürzende Neubauten en 2008, por ejemplo- su bandera. Un año más, la sala presenta su nueva temporada: una programación ecléctica en la que tienen sitio desde artistas que no suelen verse girando por ahí (como es el caso del miembro fundador de Bad Sees y The Birthday Party, Mick Harvey, que estará presentado su disco en solitario el 27 de julio) a propuestas locales o grupos fuera del centro neurálgico cultural occidental.
La temporada se inaugura el próximo lunes 22 de junio con una triple actuación en la que los locales Elsa De Alfonso y Los Prestigio estarán acompañados por dos artistas directamente venidos del otro lado del charco: por una parte, la artista chilena Camila Morena, cuya particular voz se entremezcla con sonidos electrónicos; por otra, el también chileno Gepe (en la foto), que combina su tradición cultural con unos refrescantes sonidos tropicales y caribeños. Otras de las propuestas más llamativas son la de El Niño de Elche -que el 7 de octubre estará deleitando la ciudad condal con su particular mezcla de canción protesta, kraut rock, funk o ambient sin perder de vista el flamenco más visceral- o el minimalismo étnico de los ucranianos DakhaBrakha, cuyo nombre merece la pena aprender a escribir sin copiar y pegar pues el 18 de octubre prometen dar una lección de estilo que dejará boquiabierto a más de uno.
Finalmente, resaltar también la propuesta de Songhoy Blues el 30 del mismo mes, ya que mezclan la tradición pop occidental sin jamás perder de vista sus orígenes africanos. Para que luego algún mermado mental (no diremos nombres, solo decir que su apellido empieza por «L» y acaba por «enore» y que si se han agotado todas las existencias patrias de betún ha sido este señor para pintarse con ellas el cuerpo entero) diga que las salas solo programan a grupos blanquitos propulsores de una cultura elitista. Una palmadita en la espalda, tío listo. O mejor en la cara.
Puedes consultar la programación al completo en la web de Caprichos de Apolo.