¡Atención! Esconded el gin y el whiskey, porque la Ley Seca está a la vuelta de la esquina. No es que nos hayamos puesto en plan combativo y os queramos dar una chapa sobre la Ley Anti Tabaco (aunque desde aquí os decimos que somos muy fans de salir de fiesta y no oler a vertedero humeante a la vuelta). Es más bien porque la veda abierta por «Boardwalk Empire» y los tejemanejes de Nucky Thomson & Cia. (es decir, Omar en plan cool gagnsta against KKK) ya ha llegado a las pasarelas y en unos meses estará en la calle. Algo predecían aquí. Y viendo el desfile de la colección otoño 2011 de Tommy Hilfiger para mujer que tuvo lugar en el NY Lincoln Theatre, solo podemos decir que 20s are back… for good.
El título de la colección es Bohemian Prep, y ya deberíais saber que a nosotros el rollo prep nos gusta más que comer con las manos (aunque comer con las manos no sea nada preppy). Pero el factor bohemian nos fascina… ¿Cuál puede ser el resultado de tan curiosa mezcla? Pues una colección que, desde ya, adoramos por lo muy descaradamente que homenajea a Yves Saint Laurent, con su querencia por los cortes masculinos y la obsesión por definir siluetas insinuantes, pero en clave folk. What de what? Sí. Nos dicen que la colección recoge el espíritu desenfadado de la novia de una estrella de rock de los años 70, pero aquí más que «Almost Famous» nosotros vemos mucho Elliot Ness.
La base de todas las prendas es la deconstrucción del armario masculino y las líneas clásicas de la marca para ellos en formato femenino adaptando los highlights a las curvas y la sensualidad. Todo esto se consigue recuperando los clásicos herringbone estampados sobre seda y plasmando motivos geométricos sobre vestidos camiseros y pantalones de pijama para conseguir un look muy sartorialista. El color fundamental es el granate, y la clave para conseguir el efecto perfecto es la mezcla de texturas: seda, algodón, cuero, cachemir… El toque definitivo son los complementos: mocasines con tacón, bolsos en piel de avestruz, sombreros de ala ancha que evocan a Brigitte Bardot y capas improvisadas. Todo en un desfile que nos ha dejado la boca abierta y que nos hace desear todo lo que hemos visto, sin excepción, y que vaticina un otoño sensualmente preppy en la colección de Tommy Hilfiger más sugerente.