La trayectoria de los norteamericanos Blitzen Trapper es comparable a la de un corredor de fondo en una prueba de larga distancia: bien pensada y medida, controlando perfectamente los movimientos corporales y coordinando cada zancada con la respiración, para ir de menos a más y llegar a la meta en plenitud de facultades. Sin olvidar la soledad que soporta sobre sus hombros el atleta, que tiene que afrontar la prueba sin más compañía que la suya propia… Así se podrían resumir los diez años de carrera de esta familia numerosa procedente de Oregón (Eric Earley, voz y guitarra; Erik Menteer, guitarra y teclados; Brian A. Koch, coros y batería; Michael Van Pelt, bajo; Drew Laughery, teclados; y Marty Marquis, guitarra, teclados y coros), que tuvo que superar la incomprensión inicial de la crítica musical y las continuas y pesadas comparaciones con grandes del alt-country-rock como Wilco o Neil Young a base de voluntad inquebrantable y arrebatos de orgullo grupal. Claro que en una pelea de ese calibre nunca está de más contar con un buen respaldo, como el que les brindó Sub Pop en 2007 tras facturar tres discos auto-editados. Bajo sus nuevas y mejores condiciones, producirían el que es hasta la fecha su trabajo de mayor relevancia, “Furr” (Sub Pop, 2008), un álbum recibido con alabanzas pero a la vez encorsetado por las reminiscencias clásicas ya mencionadas. Sin embargo, esa circunstancia pareció no importar demasiado a la banda, ya que su quinta referencia, “Destroyer Of The Void” (Sub Pop / Pop Stock!, 2010), va camino de seguir la estela de su predecesor con una pequeña salvedad: esta vez, Blitzen Trapper no se muestran únicamente como fieles valedores del folk y el rock tradicionalista de los 60 y 70, sino que se atreven a reflejar los eclécticos gustos confesos de su cantante, Eric Earley, que van mucho más allá… Aunque, si hay que hablar de gusto, habría que empezar por dudar de la idoneidad de la ilustración de la portada, que no consigue dar el empaque deseado al misterioso título del LP.
Agrade más o menos su propuesta, es evidente que la de Blitzen Trapper refleja valentía y seguridad. Porque hay que tenerlos bien puestos para arrancar con “Destroyer Of The Void”, una suite de seis minutos de duración que empieza con una intro coral beatleliana, se desarrolla y acaba en un movimiento de piano calcado al de “Bohemian Rhapsody” de Queen y hasta incluye un solo de guitarra que hará las delicias de los fans acérrimos del rock progresivo setentero. “Below The Hurricane”, por su parte, juega a recrear cómo sonarían unos The Eagles rejuvenecidos. ¿De verdad que esos son los sonidos que escucha en la intimidad Eric Earley? En parte, sí, junto a los que ya desempolvó en sus anteriores trabajos y que se convirtieron en las señas de identidad de Blitzen Trapper: una pizca de Bob Dylan y su armónica reconfortante por aquí (“The Man Who Would Speak True”), y otra de los Wilco tejedores de terciopelo eléctrico por allá (“Love And Hate”, “Dragon’s Song”, “Evening Star”). Por cierto, la voz de Earley recuerda cada vez más a la de Jeff Tweedy, algo que se debería ver como una bendición, sobre todo tras comprobar lo bien que casa con la de Alela Diane en “The Tree”, un guiño que servirá para acercar a los seguidores de la cantautora de Nevada a “Destroyer Of The Void”. Otros que pueden dar el salto sin miedo a este disco son los poseedores de la discografía del Paul McCartney post-Beatles, tanto con Wings como en solitario: “Lover Leave Me Drowning” o “Sadie” llamarán su atención.
Definitivamente, la apertura estilística perpetrada por Blitzen Trapper en “Destroyer Of The Void” impedirá que entren a formar parte del archivo de No Depression, publicación estadounidense totémica dentro de la american roots music, pero permitirá que en la disputa de su maratón particular tengan un creciente número de aficionados a ambos lados de la pista jaleándolos. A veces, en una carrera lo más importante no es la posición obtenida en la meta, sino alcanzarla con entereza. Y Blitzen Trapper están dispuestos a traspasarla sin síntomas de desfallecimiento.