La nueva colección de Blame te pone frente a frente ante la paranoia causada por esta era en la que parece que estemos vigilados 24 horas al día.
Todos parecemos tener claro (de hecho, demasiado claro) que la moda es una herramienta maravillosa a la hora de exhibirnos, a la hora de mostrar al mundo cómo somos por dentro a través de todo un conjunto de constructos estéticos que hablen en voz alta sin necesidad de que digamos ni una palabra. Y eso es así. Eso es verdad. Nadie va a negarlo. Pero, precisamente porque este paradigma es totalmente cierto, propuestas como la que acaba de presentar Blame (antes Blame Label) en el 080 Barcelona Fashion resultan de una elocuencia urgente y necesaria.
Al fin y al cabo, vivimos en la era de la vigilancia absoluta: las cámaras cada vez abundan más y más en nuestras calles, mientras que en casa tenemos muchos dispositivos con cámara ante los que todos nos hemos pregunta «¿y qué pasa si hackean esto y me están observando?«. Alguien dijo alguna vez que tu camino desde casa al trabajo seguro que puede ser reconstruido y seguido a través de las cámaras de tu ciudad… Y eso acojona. O debería acojonarnos más de lo que parece que lo hace. Ahí eso donde entra «Panóptico«, la colección de Blame para el próximo otoño / invierno 2017-18.
BLAME desfilada gener 2017 por 080barcelonafashion
Lo primero que llama la atención en esta colección es cómo, en vez de haber sido ideada «hacia fuera», parece más bien pensada «hacia dentro». Abundan las capuchas y las piezas que tapan parte de la cara, preservando así la intimidad y el derecho al anonimato de quien las viste. Y, por si esto fuera poco, la colección al completo parece articularse en torno al uso de unas cintas amarillas que recuerdan poderosamente a los cordones policiales de «prohibido el paso», otra referencia más a preservar nuestro propio espacio íntimo. Lo mejor de todo es que este discurso crítico se entrelaza a la perfección con el ADN propio de la firma de Pablo Puig Gomar y sus volúmenes amplios, su visión estilizadísima del sport, sus colores en bloque (con preferencia por los tonos oscuros) y su sugerente desdén por las simetrías y por los patrones preestablecidos.
Blame se hizo con el gran premio al diseño emergente en la anterior edición del 080… Y, la verdad, su nuevo «Panóptico» no sólo confirma que el premio fue de lo más acertado, sino que el futuro de Puig Gomar va a darnos chicha de la buena para hablar durante mucho, mucho tiempo. [Más información en la web de Blame]