Black Rebel Motorcycle Club son el trío de San Francisco que sorprendió a la escena de rock alternativo allá en el cambio de siglo con «B.R.M.C.» (Virgin, 2000), un señor disco que les valió multitud de críticas positivas. Con aquel trabajo se ganaron comparaciones con los grandes del género gracias a un rock de guitarras garajeras y ruidosas a lo The Jesus And The Mary Chain, sus paisanos The Brian Jonestown Massacre e incluso My Bloody Valentine. Diez años después, el grupo formado por Hayes, Levon y la batería Leah Saphiro (que viene de tocar con los Raveonettes), nos presentan su quinto disco de estudio: “Beat The Devil’s Tattoo” (Vagrant / Nuevos Medios, 2010). Ya desde hace unas semanas hemos podido degustar el primer single extraído de este álbum, también titulado «Beat The Devil’s Tattoo» y que, una vez escuchado, confirmaba rotundamente la vuelta de los californianos a sus sonidos más celebrados, situándonos otra vez tras la estela del fantástico “Howl” (Echo, 2005) e incluso del correcto pero quizás incomprendido “Baby 81” (Island, 2007).Buena prueba de ello es que Levon y compañía arranquen en esta ocasión de manera implacable con el ya mencionado single y la enérgica “Conscience Killer” (que no hacen más que advertirnos de que han vuelto en su mejor forma) para, después, deslizarse hacia temas más tranquilos pero igual de atractivos, siempre con ese deje de rock sureño que tanto les caracteriza.
Los Black Rebel siguen emocionándonos aquí como venían haciendo en sus últimos discos. La diferencia es que, en esta ocasión, no se muestran tan inmediatos como lo fueron en “Baby 81”, lo que para mí resulta más atractivo: aquí tienes la posibilidad de ir descubriendo cómo un disco en que aparentemente es difícil encontrar hits, con las sucesivas escuchas se revela como una superación de las limitaciones de la propia banda. Lo han vuelto a hacer: un álbum sólido, con personalidad y siempre respetando el propio estilo que han venido ofreciendo durante esta última década. Ahora está claro, «Beat The Devil’s Tattoo» está a la altura de su mejor trabajo: «Howl«. ¿Y cuál es la causa de esta mejoría? Aquí podemos pensar varias cosas, pero si alguien me pregunta, en mi opinión todo reside en la llegada de savia nueva a la formación con Leah Saphiro sustituyendo al amigo Jago (escuchando lo que dicen de él sus propios compañeros, resulta que era poco más que un lastre). Y, por cierto, esta chica nueva no lo hace nada mal: se defiende con contundencia en los temas de mayor requerimiento técnico y se destapa con un gran sentido rítmico en las partes más aceleradas.
El caso es que Levon y Hayes terminaron la última gira mundial en la ruina, viéndose obligados incluso a autofinanciarse los últimos meses de conciertos. Esta situación les condujo a alojarse gratis en el Basement Studio de Philadelphia, donde comenzaron a grabar las que serían las canciones de este quinto disco (resulta curioso que fuese el mismo sitio donde crearan el magnífico «Howl«). En definitiva, «Beat The Devil’s Tattoo» sigue la senda melódica que habían tomado en anteriores trabajos (“The Toll”, “Long Way Down”…), pero no se olvida de sus raíces rockeras y enérgicas (“Mama Taught Me Better”, “Conscious Killer”…). Sí, afortunadamente quedan bandas que sobrevivan a las modas, los cambios de formación y las críticas. Black Rebel Motorcycle Club son una de ellas y esto es una buena prueba.