Olvídate del sonido de Azari & III… Esta sesionaca que se ha marcado Dinamo Azari para Beats in Space es un buen puñetazo en medio de un cuarto oscuro.
Dinamo Azari tuvo la suerte o la desgracia de ser uno de los adalides de un sonido muy concreto que lo petó lo más grande hace ahora un par de temporadas. Me estoy refiriendo a aquel sonido que parecía meter en una misma batidora el revival garage house que Hercules & Love Affair y cercanías llevaban un tiempo practicando, la renovación de la fascinación por todo el rollo ball vogue y la versión más oscurilla y menos machacona de lo que se dio en llamar (erróneamente) deep house. Azari & III estuvieron allí. Y lo petaron. Been there, done that.
Desde entonces, sin embargo, hay que reconocer que ese sonido ha envejecido a marchas forzadas y que, como suele pasar con los hypes, lo que ayer molaba hoy resulta más nocivo que un brote de ébola. Ahora bien, con un parque de fans como el de Azari & III y con varios de sus temas todavía sonando igual de frescos que el primer día por mucho que la escena que los vio brotar ya se han marchitado, está claro que la gente quiere más. Mientras esperamos nuevo disco de estos señores, ¿qué te parece bailar con la sesionaca que se ha marcado Dinamo Azari para el programa Beats in Space de Tim Sweeney?
Dinamo Azari reivindica que lo suyo siempre fue más darks que house: su sesión para BiS bascula desde el body music de cuarto oscuro gay hacia un technazo oscurillo.
Eso sí, que nadie espere una horita de hits de house amable de ese que se escucha como quien pasa una noche dándole al bote de poppers… Ni mucho menos. Dinamo Azari parece reivindicar que, al fin y al cabo, lo suyo siempre fue más darks que house: su sesión para BiS bascula desde el body music de cuarto oscuro gay hacia un technazo oscurillo que, pese a ser agresivo en sus formas, siempre conserva un poso de calidez más Detroit que Berlín.
Hay veces que te pones sesiones de este tipo para «empezar» a animarte de cara al fin de semana. Pero una cosa te digo: esta sesionaquer de Dinamo Azari es más bien para cuando estás metidísimo en faena y con la cabeza más p’allá que p’acá.