Estuvimos en el eventazo con el que Bershka presentó su colección para esta temporada de Primavera / Verano 2020… Y aquí te lo explicamos (y te lo enseñamos) T.O.D.O.
Martes 25 de febrero. Ocho de la tarde. La Flaca se pone a los platos y, jitazo tras jitazo, consigue que el Palacio de las Alhajas de Madrid se venga arriba a golpe de perreo bien entendido. Los cócteles hacen su efecto, la gente guapa se encuentra en su pico de guapura, las conversaciones fluyen, las risas no paran y, de repente, ahí está: uno de esos eventos en los que todo encaja para convertirse en una noche para recordar. Porque no es lo mismo, chiquis. Para nada es lo mismo.
En un mundo en el que hasta tu cuñado organiza (pseudo)eventos para promocionarse, solo los mejores consiguen trascender y crear experiencias realmente legendarias. Y hay que reconocer que el eventazo con el que Bershka presentó su colección para esta temporada de Primavera / Verano 2020 fue precisamente eso: legendario. Pero, para que lo entendáis todo mucho mejor, permitidme rebobinar un poco…
[rewind] Mañana con Bershka
Y es que el eventazo en cuestión, por mucho que las puertas del Palacio de las Halajas abrieran a las cinco de la tarde, había empezado mucho antes… Por la mañana, tras las dos horas y media de rigor de AVE desde Barcelona a Madrid, los periodistas de la Ciudad Condal aterrizábamos en un espacio que algunos recordaban por haber sido algo así como la Sala B del Reina Sofía. Pero que, para la ocasión, se había transformado por completo.
Echadle un poco de imaginación: pensad en el cuerpo cansado después de varias horas de tren, en el shock implícito en el cambio de ambiente que siempre hay cuando vas desde la Ciudad Condal hasta la Capital (o a la inversa)… Y, con esa caraja en el cuerpo, intenta visualizar lo que supone entrar en un espacio altísimo ocupado por gigantescas columnas de pantallas LED coronadas por un techo igualmente de LEDs por los que van circulando los visuales de Jonathan Castro. Unos visuales en los que la proto-informática se trenzan con la estética post-millennial y, por un instante, todavía maleta en mano, te hacen sentir como Grimes. O como Brooke Candy. O como Sita Abellán. Ya ves por dónde van los tiros.
Y es que, ese mismo día, Madrid daba el chupinazo de salida para la feria ARCO. Toda una semana de celebración del mundo del arte que no podía haber tenido una inauguración más on point que esta entente cordiale entre Bershka y Joanathan Castro. Pero, ojo, porque no recalábamos en el Palacio de las Alhajas solo para vernos empequeñecer a golpe de LED. Estábamos allá para que las diseñadoras de la marca nos enseñaran de primera mano la nueva colección y nos explicaran los conceptos clave para entenderla mejor.
Obviamente, cada uno sacó sus conclusiones y recopiló sus favoritos… Pero, si alguien me pregunta a mí, tendré que admitir que Bershka tiene entre sus manos algunos de los conceptos más winners de esta temporada. Ahí está la obsesión por la funcionalidad con prendas convertibles como un canguro que se convierte en mochila o un bolsillo cargo que se desprende de un pantalón para ser un bolso. También está todo un drop de prendas que cambian de color al exponerse a luces intensas. Imposible no enamorarse de colaboraciones como la de Mickey Mouse (abordada con sutileza y elegancia) o la de «Space Jam» (abordada como una dulce extravaganza preñada de glitter y colores).
Volúmenes románticos, revisión del tie-dye, reflectantes y tornasolados, complementos hasta decir basta… Y una novedad muy pero que muy interesante: sabiendo que el proceso de lavado del denim es probablemente uno de los más contaminantes en el mundo de la moda, desde Bershka van a lanzar una nueva tecnología láser que permitirá no solo emular diferentes tipos de lavados sobre el tejano, sino que incluso te brindará la oportunidad de «imprimir» diferentes locuras que, cada pocas semanas, irán llegando a las tiendas. Arrancan con los acid y la tipografía del «Nevermind» de Nirvana. Y, a partir de aquí, sky is the limit.
Con todo esto aprendido, finalizaacaba este pequeño rebobinado… ¡Volvamos a la fiesta!
[flash-forward] Noche de leyenda
Tras pasar por el hotel, pegarme una siesta de hora y media (real) (en serio, real) (que es que había dormido súper poco para no perder el AVE) (apiadáos de mí), pegarme una ducha refrescante y cambiarme de modelazo (spoiler: iba con cargos chandaleros y un canguro plateado), era el momento de reunirme con el resto de periodistas de Barcelona… y correr al Palacio de las Alhajas. Bueno, «correr». Que estaba justo al lado del hotel. Tampoco nos pasemos.
De hecho, puede que todo esto que te estoy explicando ya lo hayas visto en los stories de las niñas de «Skam» que no paraban de hacerse selfies y grabarse en las pantallas con los visuales de Castro. También puede que lo vieras en las redes sociales de gente de bien como Lola Índigo, Ana Rujas, Gerard Estadella, Esty Quesada, Paula Cendejas, Robie, Laura Put, Natalia Lacunza, Milo Hamid, Deva, Cintia Lund o Manu Ríos. Todos ellos lo gozaron en el fiestón de Bershka. Pero yo también. Y, como soy yo el que os está explicando este cuento, permitidme que lo acabe a mi manera. Que no es otra que resumiendo a toda prisa todo lo que vivimos en el eventazo en cuestión…
Empezando por el musicón a cargo de La Flaca, ya mencionada, y antes con una selección más tranquila y deep a cargo de Sen Senra. También apuntar que, si el espacio impresionaba por la mañana, vacío, imagina por la noche bien repleto de gente que bailaba aquí y allá y arriba y abajo. Pero, sobre todo, lo que queda de este tipo de eventos es la sensación de que te has pasado toda la noche cancaneando de un lugar a otro, encontrándote con gente inesperada (sobre todo cuando eres de Barcelona y estás en Madrid), buscando el lugar perfecto para la foto bloguera de rigor, entrar diciendo «¿cócteles de Jäger?» y acabar exclamando «¡cócteles de Jäger!«, bailando y agotando las pocas fuerzas que te quedan después de que el AVE te chupe hasta las ganas de vivir.
Bueno, también es necesario hacer mención honorífica a la gozada de verte rodeado de gente vestida con esa misma colección que has visto por la mañana y pensando «esto lo quiero yo para el Sónar» o «esto me lo voy a llevar yo de vacaciones«. Tal cual. Porque en todo esto consiste una noche legendaria. Y si toda la chapa que acabo de darte no prueba que este eventazo de Bershka fue pura leyenda, sinceramente, no sé de qué otra forma podría convencerte. [Más información en la web de Bershka]