Belle and Sebastian acaba de sumar otro disco más a la banda sonora de la vida de muchos… ¿Por qué enamora «Late Developers»?
Belle and Sebastian no es mi grupo favorito. Si tuviese que hacer un top 5 al estilo de Rob Gordon (Fleming en la novela de Nick Hornby) en “Alta Fidelidad”, dentro de esa categoría colocaría a los escoceses en el tercer escalón. Sin embargo, han marcado a fuego situaciones que han definido determinadas fases de mi vida.
Un cassette de “If You’re Feeling Sinister” (Jeepster, 1996) que sirvió para fraguar una gran amistad con una compañera de facultad. Un concierto y una de sus canciones en concreto que abrieron una historia que parecía que no terminaría nunca. Un lugar al borde del mar bautizado con el nombre de la banda. Y otro concierto, casi una década después del anterior, vivido con tal cercanía que daba la sensación de que Stuart, Sarah y Stevie cantaban para mí.
Belle and Sebastian, casi sin darme cuenta, siempre estaban ahí en momentos únicos. Quizá en otros menos memorables también sonaron de fondo (real o imaginariamente), pero seguramente esos leves recuerdos estén alojados en mi subconsciente a la espera de asomar en algún sueño.
Es probable que las generaciones más jóvenes no entiendan al 100% (o, directamente, nada) que una banda como Belle and Sebastian pueda acompañarte durante buena parte de tu vida. De acuerdo, no tanto en la adolescencia (en la de hace veintitantos años…), en la que los picores interiores y las hormonas me llevaban por otros caminos musicales, sino sobre todo a medida que maduraba y me iba convirtiendo, inevitablemente, en un adulto. En esa etapa de metamorfosis, las estrofas de Belle and Sebastian adquirían todo su sentido. Y, así, hasta ahora.
Gracias a ese compromiso inalterable al paso del tiempo, a Belle and Sebastian les perdonaba que atravesaran algún que otro bache creativo y defendía a ultranza discos que no daban la talla esperada en ellos. A pesar de todo, acababan encontrando la forma de remontar en el siguiente trabajo, como ha sucedido con “Late Developers” (Matador, 2023).
Esto no significa que su predecesor, publicado solo unos meses antes, “A Bit Of Previous” (Matador, 2022), hubiese supuesto un patinazo o, peor, hubiese sido un mal disco. Todo lo contrario: demostraba que el corazón de los de Glasgow seguía bombeando la fresca sangre pop de antaño y que su sensibilidad lírica y capacidad melódica se mantenían inmaculadas. Eso sí, en comparación, “Late Developers” ofrece más pasión y energía, como si fuese la otra cara de la moneda que Belle and Sebastian lanzaron en las sesiones de grabación conjuntas de las que salieron ambos álbumes.
Aquí hallamos a los Belle and Sebastian decididos, entusiastas, arrebatadores… y sintéticos. Literalmente. “I Don’t Know What You See In Me” recupera la efervescencia tecno-dance-pop de otro de sus hits bailables, “The Party Line”, cambiando la estética setentera por una noventera que le da un pegadizo toque eurodance y que a los escoceses les sienta de maravilla. No hay duda de que este tema tiene todos los ingredientes para que Stuart se desate sobre el escenario cuando la interprete en vivo. Y el público, con él al alimón.
Estos son los Belle and Sebastian que también nos gustan, no sólo los que nos arriman con gesto melancólico al vidrio de la ventana mientras las gotas de lluvia lo golpean con suavidad y de fondo sobrevuela alguna de sus dulces tonadas. Aunque en “Late Developers” estas no faltan, por supuesto, caso de “Will I Tell You A Secret” y su pop de cámara que conecta a Belle and Sebastian, como otras veces, con The Divine Comedy; o “The Evening Star”, con los deliciosos vientos made in B&S capaces de calentarte en plena ola de frío.
Sin embargo, las partes más jugosas del álbum surgen cuando el grupo se pone eufórico -en “Give A Little Time” se derrocha efusividad y palmas, con Sarah luciendo esplendorosa- y, especialmente, cuando se sale de sus propios moldes. En este sentido, “Late Developers” está salpicado de tramos como «Juliet Naked», en el que Belle and Sebastian se inspiran muy provechosamente en Billy Bragg hasta el punto de rejuvenecer de golpe.
Un proceso antiedad a lo Benjamin Button que se culmina con “When The Cynics Stare Back From The Wall” -joya rescatada de la época previa al nacimiento de Belle and Sebastian en la que se escucha a Tracyanne Campbell (Camera Obscura)-, pese a que en “When We Were Very Young” no ocultan el regusto nostálgico que queda tras hacer balance vital y confirmar que la diferencia entre deseos y realidad es demasiado frustrante…
Pero, ya lo he dicho antes: Belle and Sebastian quieren mostrarse exultantes en “Late Developers”, ya sea de la mano de Stevie vestido de Elvis Costello al frente de The Attractions en “So In The Moment”; o de la de Sarah en “When You’re Not With Me”, su particular “Young Folks” despojado del silbido que universalizaron Peter, Bjorn and John.
De idéntico modo que fue una agradable sorpresa que Belle and Sebastian anunciaran de repente la publicación de “Late Developers”, lo ha sido su estupendo resultado final. Así tengo aún más claro que Belle and Sebastian volverán a sonar en el futuro en algún momento que, para mí, se volverá glorioso. No obstante, esas casualidades no se esperan. Simplemente, suceden y no se olvidan. [Más información en la web de Belle and Sebastian || Escucha «Late Developers» en Apple Music y en Spotify]