beGun nos habla en primera persona de los sublimes viajes a través de los hipnóticos paisajes que pueblan su debut en largo «AMMA».
La música puede cumplir muchas funciones: hay música para bailar, otra para relajarse, alguna de acompañamiento intrascendente… Pero hay un tipo de música en concreto que fascina por lo que tiene de desbordamiento de las fronteras del propio formato. Al fin y al cabo, la mayor parte de la música suele afectarnos al cuerpo y, como máximo, si hay suerte, a las emociones. Por el contrario, existe gente capaz de traspasar los sentidos y conseguir que la música no sólo estimule el sentido del oído, sino también el de la vista (aunque sea, eso sí, a través de la imaginación).
Así es la música de beGun. Y así ha sido, de hecho, desde que dejó caer sus primeros temas entre nosotros como trampolines hacia ingrávidas caídas en picado a través de paisajes mentales a rebosar de exuberantes tesituras emocionales. Ya lo he dicho: hay música que te hace «ver», y la de beGun es capaz de pintar en la parte trasera de tus párpados los paisajes más vívidos a base de evoluciones largas de electrónica comúnmente cálida, siempre envolvente y sugerente. Y siempre, además, con nombres de diferentes ciudades del mundo, como si Gunsal Moreno estuviera dibujando su propia geografía imaginaria, un mundo que puedes atravesar de un lado al otro a lomos de las canciones de beGun.
«AMMA» (Foehn, 2016), es su debut en el formato largo… Y ha tardado lo suyo en llegar. Ha sido, sin embargo, una espera que se antoja más que necesaria para poder abordar el disco al completo en todas sus tesituras, en lo más profundo de sus múltiples y gozosos pliegues. Esto, sin embargo, es algo que no me corresponde decir a mi, y mucho menos teniendo delante al mismo Gunsal para que sea él quien revele las interioridades de su primer disco, para que nos haga de guía a través de uno de los imaginarios más poderosos (y con un futuro más estimulante) del panorama electrónico patrio. [Más información en la web de beGun]
https://youtu.be/tZtrcPDWXOs
Normalmente se te mete en el saco de la nueva ola de electrónica barcelonesa, pero también tienes un pie fuertemente puesto en Madrid… Sea como sea, ¿crees que hay algo de estas dos ciudades en tu música? He tenido la suerte de bajar mucho a Madrid a tocar, pero la verdad es que no he vivido allí nunca. Sigo siendo muy amante de Barcelona aunque tengo que reconocer que cada vez menos. Sobre si hay algo de ambas ciudades en mi música, yo sinceramente pienso que no, pero por una razón muy simple y es que no sabría cómo definir el concepto ‘Música de Barcelona‘ o ‘Música de Madrid‘, aunque sí es posible hacerlo en otras ciudades como Berlín, París o Londres.
Respecto a la generalidad esa de meterte en el saco de la nueva ola barcelonesa, ¿te sientes identificado y / o representado? Es más: ¿crees que existe tal cosa? Creo que no existe tal cosa, la verdad te digo… y no es tanto por falta de artistas, porque los hay y muy buenos, sino por otros muchos ingredientes necesarios para poder hablar de una escena consolidada. Por ejemplo: echo de menos una escena de clubs más acorde con el potencial de la ciudad o un mayor interés por el talento local por parte del público barcelonés y/o guiri. El otro día, hablando con el jefe de un festival bastante tocho que se monta en Barna (permíteme que no diga el nombre), me comentaba que estaba hartísimo de la ciudad, que todo el mundo quiere entrar gratis a todos los sitios y que no le cundía el esfuerzo que hacía a todos los niveles, económico, producción, line-up, etc. ¡Eso está pasando en nuestra ciudad, amics!
Es curioso abrir fuego en esta entrevista hablando de ciudades porque los nombres de tus primeras canciones siempre remitieron a eso: a ciudades. ¿Por qué decidiste hacer tal cosa y, sobre todo, mostrar tal consistencia y seguir haciéndolo canción tras canción? Es un leit motiv del proyecto. Me casé con este concepto desde el primer día y no tendría sentido renunciar a él. Al final, pienso que es una manera muy simple de generar una cierta identidad tan válida como cualquier otra… Tienes al artista que se pone una máscara en los conciertos, el que sólo viaja en transporte eco-sostenible, el que produce con una Game Boy y luego el que titula sus canciones con nombres de ciudad. En mi caso, después de serios problemas para poner nombres a temas (sin vocales), de repente me di cuenta de que Google Maps era una fuente inacabable de títulos. Y, mientras no me pidan copyright por usarlos, ¡yo voy tirando!
¿No te daba miedo que se te encasillara en la electrónica “paisajísta”? Y ahora añado yo (algo escandalizado): ¿¡qué más da!? ¿De verdad alguien podría pensar que lo de “paisajista” es algo negativo? ¡Tú mismo te respondiste! ¿Por qué debería ser malo? ¿Es que acaso es ‘peor’ que el techno? ¿O que el bass? No sé, yo creo que no. En música no hay géneros buenos y malos, cada uno hace lo que le sale de dentro y a mí me sale este tipo de electrónica… Es tan fácil como eso. Y también te digo una cosa: me siento bastante cómodo bajo una etiqueta-paraguas-hashtag que nadie usa, no hay referentes claros, ni influencias directas, ni está de moda, ni deja de estarlo, ni nada de nada. Al final, eso es lo que más valoro en un proyecto musical (sea el mío o sea de quien sea): que tenga una identidad sonora propia y reconocible.
Sea como sea, en tu música hay una poderosa sensación de viaje que, evidentemente, culmina en el formato largo de “AMMA”. ¿Cómo describirías el viaje que te ha traído hasta este momento y este lugar? Corto e intenso. Digo corto porque el proyecto todavía está en una fase embrionaria: este es sólo el primer LP y ojalá lleguen más, sería una buena señal. Y digo intenso porque durante estos años me han pasado muchas cosas, algunas buenas y otras no tanto, pero de todas ellas he aprendido mucho.
¿Y cómo describirías el viaje interno de “AMMA”? Largo y duro. Digo largo porque hemos tardado mucho en publicarlo, en parte por culpa mía y en parte por otros temas en los que no hace falta entrar. Y digo duro porque el proceso de producción no ha sido nada fácil y he tenido algunas broncas serias conmigo mismo sobre hacia dónde enfocar el sonido, cómo presentarlo en directo, cómo hacer para que sonara compacto, qué hacer para llamar la atención del mercado anglo, etc.
Tus anteriores canciones hacían referencia a lugares desperdigados por el mundo, pero “AMMA” está concentrado en África. ¿Qué es lo que te fascina de este continente y lo que quieres que fascine a quien escucha? Está inspirado en África pero no está basado en África, por así decirlo. El disco pretende ser un viaje sonoro abstracto hacia el continente africano pero desde una perspectiva más melódica y emotiva, no tan tribal y alegre como uno podría imaginar cuando se habla de música afro. Me parecía un reto interesante lo de tomar como referencia esa sonoridad africana tradicional, que suele ser más rítmica que armónica, y desarrollar un entorno más melódico alrededor. Después de todo, el proceso de creación es también un proceso de aprendizaje continuo y siento que he aprendido muchísimo de África a todos los niveles, no sólo el musical. La siguiente parada: Japón.
¿Qué dirías que hace que el sonido de “AMMA” sea cien por cien beGun? Hace un año, más o menos, tenía un disco completo, de doce canciones, acabado del todo… Y lo tiré entero a la basura. Había compuesto un disco con demasiados condicionantes a mi alrededor y no sonaba a mí, sonaba a muchas cosas pero ninguna de ellas era yo. Puede parecer una frivolidad pero no lo es, en absoluto. Decidí empezar de cero escuchándome más a mí mismo, no tanto a los artistas de referencia que me había auto-impuesto, y la música simplemente fluyó de manera mucho más natural. Al final, el resultado es un disco más personal y seguramente más arriesgado, que seguramente no le ‘entre’ a todo el mundo pero que sí respeta mi propia manera de entender la música, en lo bueno y en lo malo.
¿Y qué dirías que es lo que nunca hemos escuchado de beGun y que nos va a sorprender en “AMMA”? Quizás, en relación a los anteriores EPs, este disco es más oscuro, tiene algo más de beat en formato 4×4 y más carga analógica. Por lo demás, pienso que mantiene más o menos la línea musical del proyecto hasta la fecha.
Me ha sorprendido leer que la portada del disco (esa maravilla de Guim Tió) es la representación gráfica del viaje de doce inmigrantes, pero no he encontrado mucha información al respecto… ¿Qué significa exactamente? ¿Está ligada a las doce canciones del disco? De entrada, ¡agradecerle a Guim Tió la colaboración! Guim es sin duda uno de los mejores ilustradores de nuestro país, tiene mucho talento y es una bellísima persona, muy buen amigo. La portada nace de una idea muy simple relacionada con el audiofilm que hemos desarrollado en paralelo al disco, en el que tratamos de una manera muy abstracta un fenómeno real y lamentable como son las redes de prostitución que atrapan y explotan a inmigrantes sin papeles. Cada una de las doce líneas representa de manera imaginaria el viaje que esas personas hicieron desde su país de origen hasta Barcelona. Y, de hecho, están dibujadas por inmigrantes reales sobre un lienzo en blanco. Todo ese material luego se superpuso en un solo grabado, se le añadió color a cada línea y se escaneó… Y el resultado es la portada del disco.
https://youtu.be/_GqfU021H9w
¿Cómo fue el proceso de creación de ese audiofilm junto a Borja V Conde y qué es lo que pretendíais? El audiofilm nace con la idea de presentar un conjunto audio-video indivisible y que ninguna de las dos partes tenga sentido sin la otra. A diferencia de una banda sonora o de un videoclip, este audiofilm se creó conjuntamente y al unísono, no es que la imagen venga después o yo haya musicado un mediometraje, sino que fuimos elaborando el proyecto a la vez. Al final, el proyecto siempre ha tenido esa vinculación con lo visual, desde el primer día, y nos parecía un reto muy interesante el hecho de producir un film linkado al disco.
¿Cómo va a confluir todo lo dicho hasta este momento en tu directo? (Porque, a modo personal, te he de decir que me muero de ganas de verlo…) Pues yo también tengo ganas de presentarlo en Barcelona, porque he tenido ocasión de proyectar en varios sitios, desde Holanda hasta México, ¡pero no en mi propia ciudad! Es un poco lo que te comentaba antes sobre la escena: aquí en Barcelona se aplica aquel refrán de ‘nadie es profeta en su tierra’. Supongo que en breve haremos la presentación oficial, aunque todavía no se dónde ni cuándo, la verdad.
El disco ya está en la calle: ¿cómo está siendo la reacción de la gente? ¿Alguna sorpresa? Joder, a mí me ha sorprendido la buena acogida que ha tenido en general. Sinceramente, no me lo esperaba. Llevaba un tiempo parado por muchas movidas y eso es criminal en el mundo de la música. Un año sin sacar nada significa desaparecer del mapa, prácticamente. Por eso te digo que me ha sorprendido y desde aquí agradezco a todas las personas que me han escrito, me alegra ver que el disco más o menos funciona.
Ya sé que esto es como un parto y que, inmediatamente de dar a luz, lo que menos te apetece es pensar en la parejita. Pero… ¿cuál es el futuro inmediato de beGun? ¿En qué estás currando? Estoy trabajando en varias ideas. Por una parte, en un post-release con algunas colaboraciones vocales, en un nuevo trabajo enfocado en Japón con un cortometraje asociado al EP y en un nuevo aka más electrónico y oscurillo. Tengo ganas de hacer canciones que la gente pueda pinchar, tengo ese gusanillo.
Para cerrar con una nota de fantasía: ¿dónde ves a beGun de aquí a diez años? Pues me conformo con poder seguir ‘sobreviviendo’ de la música.