Si ayer dejábamos claro que «Un Regalo de Navidad» de R.L. Stevenson es una lectura ideal para cualquier momento del año más allá del engranaje navideño en el que fue concebida (en este post), tres cuartos de lo mismo podemos decir hoy al respecto de la «Nochebuena» de Nikolái Gógol. Con semejante nombre, está claro que lo perfecto sería reservar su lectura para el día 25 de diciembre pero, señores, para eso queda casi un año y, sinceramente, ¿alguien puede esperar tanto teniendo entre las manos semejante joyita? Y es que la editorial Barataria publicaba hace unas semanas este tomo en el que Gógol, imprescindible literato ruso (colega de Pushkin y autor de obras míticas como «Taras Bulba» o «Almas Muertas«) aborda la historia de amor de un herrero y una doncella enmarcados en el paisaje rural y mágico de un pueblecito en el que los villancicos y los aguinaldos conviven alegremente con las brujas y el demonio con cara de cerdo. Todo ello sirve para que el escritor se haga una pregunta: ¿por qué Dios permite que el Diablo campe a sus anchas por el mundo tentando a la gente? La respuesta, como no podría ser otra tratándose de un relato navideño, es que todo ocurre siempre por una buena causa… Y hasta aquí podemos leer.