Bad Gyal y Havana Club unen fuerzas en una colabo que tiene un objetivo bien clarito: capturar la energía de las mejores fiestas urbanas.
¿Recuerdas aquel ejercicio de metamáticas (o a lo mejor era de lógica, qué sabemos nosotros, que siempre fuimos de letras) en el que tenías que aislar el común denominador de un conjunto de factores? Pues a ver si eres capaz de conseguirlo con estos nombres: C. Tangana, Látigo, Don Patricio y, ahora, Bad Gyal. Lo primero que puede que te venga a la cabeza es que todos han colaborador con Havana Club en ediciones limitadas de su ron. Pero hay más. Mucho más.
Y es que aquí el verdadero común denominador es que todos estos nombres (tres de ellos desde la música, uno desde la moda) llevan varios años definiendo el rollo urbano que, nadie lo duda, es el más estimulante y fresco de la última década. No es de extrañar, entonces, que la última de estas colabos, la de Bad Gyal con Havana Club 7, se centre sobre todo en una botella de edición limitada y en un vídeo documental con un objetivo común: celebrar por todo lo alto la energía de las fiestas urbanas.
¿Cómo lo consiguen? La mencionada botella, por ejemplo, incluye detalles como la parte dorada que gotea sobre la zona superior de la etiqueta o la tinta rosa neón que es translación directa de la mencionada energía. Y el documental es una pieza rodada en las calles de Barcelona, que son tomadas por un conjunto de artistas cubanos que reinterpretan uno de los temas más míticos (y fiesteros y urbanos) de Bad Gyal: esa «Fiebre» que es empezar a sonar y llevarte a la pista de cabeza para frotarte a base de bien con quien allá encuentres.
«La fiesta es el lugar de conexión conmigo misma y entre todos los que estamos ahí, se siente la música y cuando eso pasa, los que estamos reunidos conectamos entre nosotros… es una energía que me hace sentir viva«. Eso dice Bad Gyal de su colaboración con el ron Havana Club. Y nosotros solo podemos responder una cosa: amén, hermana.
Más información en el Instagram de Bad Gyal y la web de Havana Club.