El diario de la gira europea de Aries empieza a llegar a su punto y final (triste para nosotros)… Por ahora, la artista vuelve a España.
Nuestra última fecha en Francia nos condujo al Festival Invisible de Brest, un acontecimiento en esta ciudad costera de la Bretaña francesa que nos regaló el clima más inhóspito de todo el tour. Lluvia ventosa constante y frío cala-huesos.
Pero lo que apestaba el clima era inversamente proporcional a la calidez y a la amabilidad de las personas que montaban el festival: una gente adorable que durante tres días nos colmó de atenciones, hospitalidad y actividades.
Varias de estas actividades transcurrieron en la prestigiosa tienda de discos y sello discográfico Bad Seeds.
Como el nombre del lugar indica, eran grandes fans de Beat Happening y se encargaron de organizar una exposición sobre K Records.
Calvin inauguró la muestra con una pequeña charla contando la historia de K y un concierto.
Durante tres días asistimos a shows y disfrutamos de la ciudad, compartiendo comidas y cenas con la gente de la organización y los otros grupos.
Me gustaron especialmente estas mujeres llamadas Mamies Guitares, que improvisaban ruido y lo alternaban con confesiones y reivindicaciones. Muy inocente y poderoso.
Investigando por ahí, descubrí la pastilla de jabón más grande del planeta. Parecía un jamón.
También compramos discos.
En todas las tiendas de cómics y librerías que piso siempre pregunto por el “Fábulas Pánicas” de Jodorowsky, no vaya a ser que tengan un ejemplar por ahí. Jamás lo encuentro y siempre me acuerdo de Nati Umpierrez y Fojo, que tienen dos y uno de ellos dedicado por el autor.
Brest fue genial para descansar, hacer coladas y entrevistas y estirar los huesos.
Mi voz ha aguantado los veinte conciertos que llevamos y no me ha traicionado a pesar de la intensidad cantarina y el fumeteo. Estoy segura de que, al llegar a casa, me quedaré afónica ipso facto.
El viernes mi concierto fue de los primeros en el festival, y nada más acabar tuvimos que salir corriendo de vuelta a España. Al día siguiente debíamos tocar en el ForaMuralla de Vic y nos esperaban catorce horas de furgo atravesando Francia.
En plena noche, la familia Castanya nos acogió en su seno en Castellar del Vallès, y durante unas horas fue muy entrañable y agradecido sentir el calor de una familia.
Igualmente nos reencontramos con Joan, que acaba de volver de Estados Unidos y viene cargado de historias e inspiración. Wonderful!
Aterrizar en Vic supuso para mí salir de la micro-realidad en la que me he hallado desde el pasado 25 de octubre: la sensación fue de total familiaridad y cero vulnerabilidad. Calvin sigue de gira europea pero yo ya estoy en casa.
Nos encontramos con gente a la que amo.
Inés, Colomo, Esther, Jordi, Víctor… ❤
Y el público dejó el pabellón bien alto: durante el concierto de Selector Dub Narcotic, el nivel chuzo-droga-desenfreno y baile alcanzó altas cotas.
El domingo partimos a Elche para tocar en el pequeño teatro del centro de L’Escorxador.
El organizador es Miguel de Un Fulgor de Moda Antónima, uno de mis promotores favoritos en toda España.
En el concierto disfruté mucho y, a pesar de estar a siete metros de la gente, les sentí muy cerca. ¡Gracias!
Hoy no tengo ningún texto excitante que compartir. Tengo el cerebro como la pastilla de jabón gigante… ¡Lo siento!
Me despido con cariño.