El diario de la gira europea de Aries se adentra en Francia… Mientras la artista le pierde el miedo al público de nuestro país vecino.
Tenía yo un poco de miedo al público francés y me daba pavor su reacción, ya que este país y muchos de sus grupos me parecen sensacionales.
Gracias a la vida, mis temores eran infundados: he sentido una calurosa recepción a las canciones, he vendido discos y merchan en todos los conciertos y la gente se ha acercado a hablar conmigo y a hacerse fotos cariñosa y agradable. El mejor público de lo que llevamos de gira.
En Estrasburgo, además de la citada pinchada exquisita, los organizadores nos agasajaron con queso, vino, hierbita y muy buena conversación. Nos recomendaron grupos franceses y acabamos hablando de Madlib y ETA -sin relación alguna entre ambos, obvio, haha-.
Calvin tiene muchos fans en Francia y todas las noches tocamos con la sala llena. Es un regalo para mí.
En la sala de Lyon nos entregan esta nota que nos habían dejado Scott & Charlene’s Wedding unos días antes:
También en Lyon, Calvin encontró en una tienda el original francés de “Kick Out The Jams”, wowww.
Yo no me he comprado ningún disco, pero sí libros y comida. En Eslovenia, revolviendo en un pequeño anticuario, encontramos unos pasaportes y libros de familia nazis.
Aunque me interesaban mucho, no me decidí a llevármelos, me daban malas vibraciones y me parecía un poco frívolo por mi parte…
El sábado tocábamos en París y coincidía con la reapertura de Bataclan y el aniversario de los atentados. En la entrada a la ciudad, la policía nos paró e hizo bajar de la furgo: nos interrogaron y revisaron la furgoneta… Pero viajar junto a un americano de los United States hace que las sospechas se disuelvan pronto, así que enseguida nos dejaron ir.
Cuando llegamos, resultó que nuestro apartamento estaba a tres bloques de Bataclan y había decenas de televisiones, policía y militares por toda el área. Jose, que ya estaba paranoico con el tema, se ralló aún más.
Recordé que, exactamente hace un año, supe de los atentados mientras mezclaba “Adieu Or Die” en Sant Feliu. Entonces no hubiera imaginado mi destino doce meses después.
La sala donde tocamos se situaba en un barrio ‘africano’, con el centro cultural islámico de París en frente. Una sala preciosa con todo el suelo de mosaicos y un restaurante en la parte superior.
El público se componía mayoritariamente de gente que parecía miembro de Phoenix.
Me obligaron a hacer bis y lo pasé muy bien tocando.
Tras el chow, Calvin pinchó en un bar, de nuevo junto a Bataclan. Me sorprendió que había mucho french kissing por todas las esquinas. Très jolies.
Me da mucha pena no poder quedarnos más, pero tenemos que estar en Touluse al día siguiente.
En Toulouse, el público es totalmente diferente al de París: tocamos en la mítica asociación Les Pavillons Sauvages y aquí hay una heterogeneidad extrema. Fabuloso.
Fueron muy acogedores y nos agasajaron con comida deliciosa. Como veréis, la gastronomía es uno de los grandes alicientes en las giras, haha. Si queréis sexo, drogas y problemas, este no es vuestro diario.
Y si queréis leer un diario de gira culinario súper-pormenorizado, leed el de Diego de Discos las Palmeras!, que es excelente.
En la asociación hay un pequeño mago que hace trucos increíbles
Un señor me hace una sesión de fotos improvisada.
La gente ama a Calvin.
Estoy tratando de compartir cosas de todo tipo, no sólo musicales porque, como sabiamente dijo un día nuestro amigo Eric, «o eres friki de todo o eres friki de nada».
Y, como dice Chaplin, «existe una fraternidad entre los que quieren saber apasionadamente».