Aries sigue escribiendo su diario en la gira que la está llevando por toda Europa… Esta vez entre barcos (algo malrolleros) y castillos.
El barrio de Leipzig en el que nos movimos nos recordó a Portland: crusties y punks y comercios lindos.
Allí nos reunimos con nuestra amiga cordobesa Sofía.
Tocamos con otros dos grupos: unos alemanes muy majos llamados Hildgard Von Binge (que salían disfrazados en su honor con traje de monja) y con Civil Civic. El técnico de estos últimos era vasco-francés y chocamos nuestras manos encantados con la conexión.
En la sala fumaban todos como carreteros y volvimos a casa oliendo a cenicero, onda mediados de los 2000. Calvin dijo que no volverá a pisar el país si eso no cambia. Me acordé de Berto Fojo, quien hubiera aplaudido esta decisión.
El concierto de Calvin fue increíble: lleva unas bases que mezclan dub, hip hop, disco, soul, techno y canta y rapea en medio de un frenesí de baile. La gente se volvió loca.
Mi concierto estuvo guay: con muchos fumados haciendo friki-danzas en primera fila, instigados por Calvin.
Tobi, el promotor, fue de las personas más dulces y majas de toda Alemania.
Calvin lleva estos recopilatorios en su merchan:
Al día siguiente -lunes post festivo- condujimos hasta Hamburgo. Quedamos asombrados cuando Mar -tour manager de este tramo de la gira- nos llevó hasta el lugar del concierto: un barco gigante de pesca atracado en el Elba. AQUÍ podéis ver la info sobre él; fundamentalmente, es un barco de arrastre de ochenta metros convertido en base artística donde se celebran conciertos y proyectos culturales.
La tripulación de marineros que allí reside salió a ayudarnos a subir las cosas y, entre escaleras, camarotes y pasillos, accedimos a la sala. El espacio es enorme y deben celebrar buenas raves.
Soundchecking en las galeras del barco ⛴
Nos enseñaron los camarotes que nos correspondían para dormir y cenamos con todos los sailors.
Durante las primeras horas yo estaba encantada, recorriendo el barco, saludando marineros y subiéndome a la proa y la popa cada dos por tres. Los conciertos estuvieron guay y el público fue muy simpático.
Pero, a medida que la noche fue avanzando, empecé a sentir cierto resquemor.
Se me ocurrió ir al camarote de un marinero holandés a fumar y comencé a percibir raras vibraciones.
El barco me empezó a oprimir y parecer muy oscuro.
Estos pensamientos se fueron multiplicando y acabé escapando a nuestro camarote, cerrando a cal y canto, metiéndome en el nido de Jose, mientras Mar decidió dormir agarrada a su bolso. Haha.
Quizá solo estábamos paranoicas por la marijuana.
Al día siguiente nos trasladamos a Praga. BELLEZA.
En Praga paseamos, comimos, descansamos… Todo fue sencillo y muy agradable: el local súper bonito, la gente majísima, tocamos junto a unos australianos llamados Scott And Charlene’s Wedding muy encantadores…
Esa noche era el cumple de Calvin y al acabar el chow le entregamos unos pastelitos y sopló las velas emocionado con todo el público rodeándole.
Al despedirnos, el promotor me contó que podías ver paseando por Praga a muchos de los protagonistas de “Valerie y su Semana de las Maravillas». ❤❤❤
El miércoles nos trasladamos hasta Brno, también en República Checa. Este promotor, Martin, era un ser adorable, amante de Tragedy.
El concierto se celebraba en un espacio cultural y el público eran básicamente estudiantes. Todos bailaron un montón durante el concierto y me dieron la vida.
❤️ Brno, Czech Republic
Cada disco que vendo, me parece inverosímil y siento gratitud infinita. ❤
Martin nos hizo varios regalos y fue muy generoso. Le llevaremos en el corazón.
De camino a Austria, hemos visitado los hermosos castillos de Mikulov:
Próxima parada, Viena.
¡Adiós Czech Republic!
Firmado: Aries