¿Qué tienen en común Camellos y Apartamentos Acapulco además de ser dos nuevas bandas españolas que ya deberías estar escuchando?
¿DE DÓNDE SALEN? Apartamentos Acapulco salen de Granada, tierra en la que prolongan el linaje nazarí que emparenta, en mayor o menor medida, a Lagartija Nick, Los Planetas, los Lori Meyers primerizos y Aurora. Su historia comenzó en la primavera de 2015, cuando Angelina Herrera (voz y teclados) e Ismael Cámara (voz, guitarra y teclados) decidieron empezar a compartir con el resto del mundo sus piezas a través de un conjunto de singles y EPs con los que mostraron dos de sus componentes diferenciales: por un lado, su curioso gusto por la cara más pop del fútbol, plasmado en algunas portadas protagonizadas por jugadores míticos como Robin Friday, George Best o ‘Mágico’ González; y, por otro, su pasión por el noise-pop-rock de intensidad variable, el shoegaze y el dream-pop electrificado.
Con esos fundamentos sonoros perfectamente definidos, Apartamentos Acapulco fueron edificando una carrera en constante progresión que les valió ser considerados como uno de los grupos emergentes (a Angelina e Ismael se unieron como refuerzo Efrén García -guitarra-, Pedro Moreno -bajo- y Pedro Velardo -batería-) a escuchar con más atención los últimos tiempos y mejor posicionados para seguir la estela de sus vecinos Los Planetas. Una comparación nada baladí más allá de analogías estilísticas: su LP de debut, “Nuevos Testamentos” (El Volcán / El Ejército Rojo, 2017), fue registrado en el estudio planetero Refugio Antiaéreo por Jaime Beltrán con la aportación puntual del propio J.
A la vez que veía la luz el estreno en largo de Apartamentos Acapulco (el pasado 22 de abril), Camellos hacían lo propio con “Embajadores” (Limbo Starr, 2017). Asentada en Madrid, la banda compuesta por Frankie Ríos (voz y guitarra), Fernando Naval (voz y guitarra), Tommy DeWolfe (bajo) y Jorge Betrán (batería) culminaba un proceso previo iniciado también en 2015 en el que había publicado tres EPs con los que cultivó una mezcla muy personal de rock garagero, pop nuevaolero a lo C81 y, sobre todo, (post)punk. De hecho, Camellos han conseguido quitarle al (post)punk todo fuego de artificio y cualquier ínfula modernilla para ofrecer su versión más cruda, afilada, callejera y rabiosamente honesta. Basta con fijarse en algunos títulos de los cortes que integran “Embajadores”: “Gilipollas”, “Ejecutivo Estresado”, “Pantoja-ha”… Vaya, que aquí no queda títere con cabeza.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Camellos no se andan con chiquitas: sus letras cortantes e incisivas van a degüello a la hora de abrir en canal situaciones y sujetos pertenecientes a esta época tan excitante como desconcertante y decadente que nos ha tocado vivir, siempre con un sentido del humor crítico (la mejor arma para afrontar la negra realidad) al que no le importa traspasar límites. Fuera buenismos. “Embajadores” es un trabajo en el que se sumerge en ácido sulfúrico desgraciadas rutinas cotidianas (“Becaria”), se da un puñetazo a la corrección política (“Siempre Saludaba”, “Ernesto”) y se desnudan otros elementos de nuestra cultura popular contemporánea (“Internet”) que, a la vez, son azotados entre melodías desmadejadas y ritmos efervescentes.
Apartamentos Acapulco, por su parte, despegan sus pies unos cuantos centímetros de la tierra para aplicar al dedillo todos los resortes del libro de estilo noise-pop / shoegaze según los cánones de Los Planetas en “Nuevos Testamentos”, especialmente cuando se envuelven en vapores cósmico-psicodélicos exhalados a cámara lenta, como en el cuarteto casi consecutivo “Juan sin Miedo”–“Amigo Sol”–“Romance de Verano”–“Scarlett”, que remiten a semanas dentro del motor de un autobús y recrean emociones flotando en el espacio entre ecos, reverb y sacudidas guitarreras. Pero no sólo de oxígeno planetero viven Apartamentos Acapulco, ya que cuando aceleran el pulso saltan al twee pop ruidoso de “Qué Quieres de Mí” o al indie pop brioso y granulado de “Bájate a la Fuente (Canción de Sergio)”; y, cuando buscan otras vías sugerentes, beben del sonido spectoriano (“Bing-Bong”) o de la lisergia marca Spiritualized (“Posible Final”).
PREDICCIÓN DE FUTURO. Apartamentos Acapulco ya han plasmado en “Nuevos Testamentos” la evolución positiva practicada durante los dos años previos. Así que ahora se encuentran en plena fase de expansión sobre los escenarios de varios de los festivales más destacados de España, como el ya celebrado Festival de Les Arts o los próximos Atlantic Fest y Contempopránea, donde se podrá comprobar en vivo su crecimiento.
Si nos ponemos un poco pesimistas, ante el panorama que tenemos (y sufrimos) en nuestro país, a Camellos no les faltará material para continuar disparando en el futuro sus balazos eléctricos y lanzando sus escupitajos líricos a todo lo que se les ponga por delante. Mientras tanto, “Embajadores” ya se ha situado como un disco no sólo necesario, sino también obligatorio para agitar visiones anquilosadas y engrasar oídos oxidados.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Noise pop + Los Planetas + shoegaze + Slowdive = Apartamentos Acapulco / Humor corrosivo + (post)punk + irreverencia + Españistán = Camellos
MÁS EN… el Facebook y en el Bandcamp de Apartamentos Acapulco y en el Facebook de Camellos.
MIRA… “Qué Quieres de Mí” de Apartamentos Acapulco y escucha “Becaria” de Camellos.