«Gide buscó con pasión la libertad individual, porque entendió que sólo ésta puede ser la base sólida de una necesaria libertad colectiva. Gide no es por tanto el pasado sino que debiera ya ser el presente y si todo no va muy mal, sin duda será el futuro más claro. A ese Gide busco homenajear y explicar de cara a un tiempo más luminoso. Gide puede bien ser el futuro.» Somos incapaces de expresar mejor que el mismo Luis Antonio de Villena los motivos por los que, a día de hoy, es relevante no sólo la reivindicación del autor de «Los Monederos Falsos«, sino también su abordaje por parte de alguien con una sensibilidad tan cercana al escritor como la de él mismo. De Villena ha sido y sigue siendo un personaje capaz de visualizar el arte desde múltiples perspectivas, ya sea como poeta, narrador, ensayista, crítico literario o traductor. Es por ello por lo que no extraña que se haya atrevido con uno de los autores que mejor supo retratar la belleza y el melancólico decadentismo del que Luis Antonio siempre se ha mostrado tan fan. En «André Gide» (publicado en nuestro país, como no podía ser de otra forma, por Cabaret Voltaire), además, aparecen los testimonios de otros autores vitales como Oscar Wilde, Marcel Proust, Maurice Sachs, Klaus Mann, Pierre Herbart, Lucien Combelle y Luis Cernuda. Suma y sigue en una suma, la de André Gide y Luis Antonio de Villena, suficientemente rica por sí sola.