Ya está, por fin tenemos entre nosotros una canción que nos demuestro por dónde irán los tiros de la carrera de Amaia… ¿Qué te parece «El Relámpago»?
Que Amaia no sería la típica ganadora de «Operación Triunfo» es algo que todos teníamos bien claro. Lo que ocurre es que la tía está tardando demasiado en demostrar por qué no va a ser la típica ganadora de «Operación Triunfo«. Al fin y al cabo, ha pasado tanto tiempo desde que salió vencedora de su edición que, mira, es que ya tenemos otro ganador de una nueva edición (aunque nadie parezca acordarse de él) y, de hecho, otros triunfitos compañeros de Amaia ya lo están petando como si no hubiera un mañana. Dentro de los cánones triunfitos. Pero petándolo. Y ella, nada, medio desaparecido.
La cuestión es que todo el mundo esperaba que Amaia dejara caer un disco como declaración de intenciones con la que definir definitivamente un imaginario sonoro apegado al cantautor indie pero con el suficiente charm como para petarlo de forma masiva. Y, sin embargo, lo único que hemos tenido en los últimos meses es que si lo deja con Alfred y que si está con el de Carolina Durante y, mira, es que eso no nos interesa. Lo que nos interesa es que Amaia lance canciones y empiece a aclarar las cosas… Canciones como este «El Relámpago» que acaba de aterrizar entre nosotros.
¿Cuál es el veredicto? Pues un poco ni chicha ni limoná. La canción es bonita, eso no lo va a negar nadie. Pero tampoco es lo suficientemente bonita como para partirte el corazón a primera escucha. No es lo suficientemente indie como convencer a los hardcores del independiente (que ya tienen una escena bien poblada), y no sabemos del todo si es lo suficientemente mainstream como para petarlo en ese páramo. El videoclip, además, es una burrada en la que se nota que la discográfica ha metido un pastizal «pero que no se note, que Amaia no va de eso«. Y, sí, es que Amaia no va de eso.
Amaia va de dejar caer frases gloriosas (ese «no le doy al corazón» con un doble sentido glorioso y desarmante). Y de labrarse una carrera en sus propios términos. Esto es el principio. Un principio tibio, todo es cierto. Pero por lo menos no se ha vendido al mainstream del todo. O se ha pasado de indie. Dejémosla, porque está buscando su propia voz. Y, por lo menos, después de tanto tiempo, por fin parece que empieza a demostrarnos que no será la típica ganadora de «Operación Triunfo«.
Más información en el Instagram de Amaia.