Con el festival Lapsus 2016 a puntito de abrir las puertas, es el momento de conocer sus novedades de mano de uno de sus organizadores, Albert Salinas.
Ahora hace exactamente un año que tenía la suerte de entrevistar a Albert Salinas con motivo del Lapsus 2015, un evento que ponía sobre la mesa grandes promesas… aunque, en aquel momento, ninguno de nosotros supiéramos cuán grandes serían realmente. Poco después de nuestra conversación y, a su vez, un poquito antes de abrir las puertas en el CCCB, el festival Lapsus se veía obligado a colgar el cartel de «sold out«. Y aquel cartel, evidentemente, lo cambió TODO.
Al fin y al cabo, da exactamente igual lo que digamos desde la prensa: al Lapsus lo habíamos señalado desde el periodismo especializado como uno de los festivales más relevantes del panorama patrio en lo que a renovación y proyección de la electrónica más visionaria se refiere. Pero nadie nos hubiera hecho ni puto caso sin ese cartelito de «sold out» que ha provocado que, inmediatamente, la edición del 2016 pase de «festival» a «evento» puro y duro. A cita a la que hay que asistir sí o sí para mantener tu propio estatus, ya sea este de musicómano recalcitrante o de persona que ficha en todo lo imprescindible que pasa en la ciudad de Barcelona.
Sea como sea, aquí estamos: un año después, de nuevo frente a Albert Salinas. El proyecto Lapsus ha evolucionado (tanto en su vertiente festivalera como en sus otras dos aventuras: la discográfica y la radiofónica) y, aunque podrían haber apostado todas sus fichas al crecimiento desaforado, a pagar un pastizal por un nombre de relumbrón que atrajera a más gente todavía, han preferido ser fieles a su esencia. El cartel del Lapsus 2016 no quiere cegarte con un nombre gigantesco (que, probablemente, ya habrás visto sobre el escenario en otras ocasiones): quiere sacarte de tu zona de confort y hacerte descubrir nuevas experiencias sonoras. Quiere ser tan lúdico como hedonista.
Si te atreves, si eres lo suficientemente valiente, sigue leyendo esta entrevista con Albert Salinas, organizador del Lapsus además de músico igualmente imprescindible bajo el alias de Wooky (confirmado, por cierto, para la próxima edición del Sónar).
¿Qué sentisteis el año pasado al colgar el cartel de “sold out”? Gratitud, por encima de todo. Nos dimos cuenta de que habíamos conectado con el público y, después de tantos meses trabajando en el festival, es una alegría enorme saber que hay alguien al otro lado.
Y, más allá de lo que sentisteis, ¿afectó ese “sold out” de alguna forma al transcurrir de la anterior edición? A nivel organizativo, no afectó en absoluto. Tenemos la gran suerte de contar un equipo que vale un imperio y que lo tiene todo calculado al milímetro. En realidad, también fue una especie de examen para nosotros, una manera de medir nuestra capacidad de reacción. Emocionalmente, sí que afectó a nuestro enfoque: una vez supimos que la venta de entradas se disparaba, sencillamente nos relajamos y nos centramos en disfrutar del trayecto.
Prometo que es la última pregunta sobre el “sold out»… Pero ¿cómo afectó ese cartelito una vez os sentasteis a planear la edición del 2016? Colgar el “sold out” fue sin duda una maravillosa noticia para el festival, pero por otro lado sabíamos que mucha gente se estaba quedando fuera (amigos, fans del proyecto y gente que sencillamente nos descubrió esa misma semana). El planteamiento para la edición de 2016 fue redimensionar el evento para que nadie se quedase sin su entrada, que todo aquel que confiase en Lapsus y en su programación pudiese disfrutar del festival.
Sea como sea, teniendo en cuenta que como Lapsus lleváis mil proyectos adelante, ¿en qué habéis estado ocupados este año? Lapsus ha evolucionando en todas sus “ramas”. El programa de radio sigue creciendo en audiencia, y cada semana tratamos de sorprender a nuestros oyentes a través de series temáticas o invitando a artistas de rabiosa actualidad. Además, tenemos un montón de nuevas ideas para la próxima temporada. El sello discográfico empezó a vivir un giro importante a mediados de 2015: decidimos que los fichajes internacionales se alternarían con los nacionales y que, de este modo, abriríamos camino hacia el exterior. Amplificar nuestra visión editorial fue sin duda una gran decisión. Por último, el crecimiento del festival es quizá más evidente: la ampliación de espacios, de horario y de propuestas artísticas deja muy claro que estamos apostando por una nueva etapa. Si miramos el proyecto Lapsus desde un prisma más global, nuestra idea durante los próximos años es consolidar estas tres ramas y añadir alguna que otra iniciativa que poco a poco iremos desvelando (el factor sorpresa siempre nos ha vuelto locos).
Después de un éxito como el de la edición anterior, ¿habéis tenido más apoyo desde la Administración y el Departamento de Cultura? Nuestro principal socio es el CCCB, con el que trabajamos codo con codo cada año para conseguir nuevos objetivos. Son coproductores del festival y, a día de hoy, tienen muy interiorizada cuál es la filosofía de Lapsus. Nuestro crecimiento también se lo debemos a ellos. A mi entender, si el CCCB nos respalda, en cierto modo la Administración está apoyando a un proyecto cultural. Y eso es motivo de celebración. Eso sí, lo mejor que podría hacer ese “gran ente” que se llama ESTADO es bajar el IVA de una vez por todas: es una verdadera misión suicida trabajar en proyectos culturales con nuestro querido 21% acechando en cada esquina.
Empecemos ya con el Lapsus 2016… Los nuevos espacios es una de las principales novedades. ¿Cómo van a estructurarse estos espacios y por qué habéis decidido cambiar el modelo del año pasado? Cada espacio tendrá su propia temática: separar el festival en distintas salas nos permite desarrollar tres discursos independientes que transcurren en paralelo. El Pati de les Dones dará la bienvenida a los asistentes desde primera hora y será el espacio más social del festival, un punto de encuentro, una zona en la que relajarse, charlar, comer, beber, fumarse “el piti” e incluso bailar con una gran selección de djs durante prácticamente toda la jornada. El enfoque de la sala Teatre será el más experimental: para este espacio hemos reservado las actuaciones que, en cierto modo, son más arriesgadas. El ambient se mezclará con el grime, la IDM, el r&b de nueva generación e incluso con el footwork. En el caso del Hall, el planteamiento será abiertamente hedonista y, en definitiva, más “de club”: haremos las delicias de los amantes del deep, del house, del techno y también del acid durante las más de ocho horas de programación de esta sala. ¿Por qué hemos cambiado el modelo? Por un lado, tal y como te comentaba antes, es una reacción a la gran acogida del año pasado; por otro, tenemos muchas cosas que contar y con un escenario nos quedábamos cortos.
¿Cuáles son las principales novedades más allá de los espacios? La ampliación de espacios nos ha permitido desarrollar estas tres líneas estilísticas que transcurrirán en paralelo, y sin duda ese es el cambio más sustancial de la edición 2016. Otro de los cambios importantes es la ampliación horaria, ya que abriremos puertas a las 13h del mediodía con un espectacular set de cuatro horas a cargo de la mítica tropa Soul Jazz Records. Queremos que nuestro público también disfrute del festival durante el día, y el Pati de les Dones es un brillante espacio para llevarlo a cabo.
Una cosa que me parece maravillosa del Lapsus es su aforo, que permite disfrutar de verdad de las propuestas musicales. Alguien me dijo que no queréis crecer… ¿Seguís manteniendo esa postura? A pesar de la ampliación de espacios, no queremos perder de vista en ningún momento la comodidad de nuestros espectadores. Sí es cierto que el CCCB es un centro muy estricto con sus aforos y con la seguridad del público (si alguien está muy interesado en una actuación en concreto, deberá ser un poco previsor para no quedarse fuera de la sala), pero de ningún modo Lapsus será un festival con aglomeraciones y aforos sobredimensionados. Comodidad ante todo. También hemos tratado de distribuir las actuaciones de tal modo que todo el mundo pueda ver un poco de todo.
¿Cómo debería prepararse uno para el Lapsus 2016? ¿Hay discos y sesiones que escuchar, entrevistas que leer? ¿O vamos con la mente fresca y los ojos bien abiertos? Este año hemos sido verdaderamente afortunados: prácticamente todos los artistas presentan nuevo material y la gran mayoría de los medios especializados ya han dado fe de ello. Algunos ejemplos para que el público pueda hacerse una idea (y me dejo muchísimo en el tintero): el sublime debut en solitario de David Cordero con “El Rumor del Oleaje” (Home Normal, 2016); la interesantísima entrevista que Powell ofreció a Resident Advisor; el fulminante LP “Dark Energy” (Planet Mu, 2015) que ha encumbrado a Jlin como “la artista revelación de 2015” según Rolling Stone, Wire o The Quietus; el colorista e inconmensurable “Logbook” (High Mountains Records 2015/2016) firmado por Pyrénées o las enciclopédicas recopilaciones musicales del sello británico Soul Jazz Records. La lista podría no terminar nunca…
10. ¿Cómo describirías en tres frases el cartel del Lapsus 2016? Una selección musical que es pura entraña. Tres espacios, tres mundos paralelos. La sensación “in crescendo” como hilo conductor.
Me parece muy interesante que hayáis marcado unas elocuentes “líneas programáticas”… Pero empecemos por el principio: ¿cuáles son los “niños mimados” de esta edición que nadie debería perderse y por qué? Aquí cada uno tiene sus “prefes”, y lo cierto es que la conjunción de todos estos caprichos personales aportan riqueza al cartel… Todos, en cierto, modo son “niñ@s mimados”. Si te parece, te cuento un poco sobre los que más suenan en mi estudio: HKE, porque junto a su plataforma discográfica Dream Catalogue es una de las cosas más maravillosas que le ha pasado al ambient en los últimos años; Soul Jazz Records Sound System, sencillamente llevo más de una década escuchando sus releases y ya son parte de mí; M.E.S.H., porque soy un apasionado amante de la IDM y este buen hombre ha reformulado el género para llevárselo al terreno del Sound Design (otra de mis perdiciones); Pyrénées, uno de los productores de club más talentosos de nuestro país y un valor en alza; Powell, el hombre del momento, un visionario que se está cargando esquemas a base de bien; y Jlin, un nuevo y radical capítulo para el footwork en particular y la música electrónica en general, una entre un millón.
Y, ahora ya sí, a por las líneas programáticas: es genial que le deis una importancia suprema a la electrónica femenina. ¿Por qué? Porque está en un estado de gracia excepcional. Jlin, LCC y Karen Gwyer son tres claros ejemplos que trascienden el odioso “factor femenino” del que tantos medios hablan: ellas han conseguido cambiar las reglas del juego. Por desgracia, la electrónica ha sido durante muchos (demasiados) años un mundo de tíos, y por fin todo este panorama ha cambiado para siempre. Los festivales tenemos la obligación de contarlo.
Otro apartado muy interesante del cartel es el humor: ¿vais a demostrar que, por mucho que la gente crea lo contrario, humor y electrónica no están para nada reñidos? Tratamos de demostrarlo cada semana en nuestro programa de radio (cada sábado de 20h a 21h horas en Radio3): la electrónica tiene mucho sentido del humor, y hay que sacarle partido. Puede que haya gente a quien no le guste mezclar estos dos mundos, pero nuestra audiencia nos ha demostrado que tenía muchas ganas de tomárselo todo con un poco más de desparpajo. Este año tendremos a Ceephax Acid Crew (el hermano de Squarepusher) y a Powell subidos al escenario, puede que dos de los máximos exponentes a la hora de unir talento musical y cachondeo a partes iguales.
Lo experimental siempre ha jugado un papel central en el Lapsus. ¿Cómo lo viviremos este año? Muy fácil: visitando el escenario Teatre. Todo lo que sucederá en ese espacio será nuestro personal repaso a la vertiente más experimental y angulosa de la electrónica de vanguardia.
El año pasado me explicabas que la programación estaba estructurada como una sesión de dj, con las actuaciones ordenadas pensando en la noche de fiesta perfecta. ¿Será igual en el Lapsus 2016? Ni más ni menos… Es un planteamiento que será firme en cada edición.
¿Hay algo que todavía no hayáis conseguido por falta de tiempo para esta edición del festival y que dejáis para el futuro próximo? Hay zonas horarias que nos gustaría explorar con el tiempo, como por ejemplo dilatar la oferta horaria hasta más tarde. De todos modos, por el momento mejor no echarse más trabajo a la espalda y concentrarse en lo que sabemos que nos funciona.
Ya sé que es una locura pensar en esto con la edición del 2016 en ciernes, pero ¿cómo imaginas el Lapsus 2017 aquí y ahora, antes de meterte en la locura de la presente edición? Pues muy parecido a la edición 2016. Este año hemos dado un gran paso hacia delante habilitando nuevos espacios y ampliando el horario. Lo inmediatamente siguiente es sentirse cómodo en este nuevo contexto y consolidar su nueva dimensión.