¿Eres de los que llevan su música allá a donde van (sin molestar a los demás, por favor)? Entonces te interesa el nuevo Air Raid de Skullcandy.
Empecemos esta noticia con una aclaración bastante urgente y poderosamente necesaria: si has leído el titular y has pensado «esto me a ir genial para cuando vaya en el metro escuchando reguetón«, este no es tu lugar. De hecho, este no es tu planeta: por favor, vete al espacio exterior y deja que el resto de la humanidad vivamos en paz de una puñetera vez. Pero hay un segundo tipo de público al que le va a interesar esta noticia: todos aquellos a los que nos gusta llevar la música allá a donde vamos: de vacaciones, en un hotel, en casa de tu madre, en el hogar de tus colegas… Allá donde haga falta música y donde los altavoces del móvil suenen de puta pena, vamos.
Para todos nosotros, Skullcandy ha creado el altavoz portátil definitivo: el Air Raid. Su funcionamiento no podría ser más sencillo: tienes el altavoz, tienes tu smartphone, los conectas a través de Bluetooth (en un rango de acción de ¡hasta 33 metros!) y te dispones a poner el musicón que te venga en gana (siempre y cuando no molestes a la gente a tu alrededor, que el civismo es gratis y hará que el mundo entero te quiera un poquito más).
El Air Raid te permite controlar las canciones desde el propio aparato (pasar a la siguiente, darle al repeat como si no hubiera un mañana, etc.) y, si lo sitúas mirando hacia arriba, podrás disfrutar de una experiencia de sonido inmersiva en 360º. La batería del altavoz de Skullcandy dura hasta 14 horas (a un volumen medio; si le das caña, puede llegar hasta cinco horas). Y lo mejor de todo es que, además de ser resistente al agua y a los golpes, el Air Raid se puede enorgullecer de tener uno de los sonidos portátiles más perfectos, con una intensidad extrema que nunca sacrifica la calidad. No en vano el hashtag al que le está dando caña el Air Raid de Skullcandy es #stayloud. Pues eso: mantente con el volumen a tope (siempre que no estés rodeado de gente que no desee aguantar tu música, claro).