El episodio 6 de «RuPaul All Stars 4» es probablemente el mejor de la historia del programa… Por eso es el momento ideal para que demos nuestra opinión.
En el último episodio de la cuarta temporada de «RuPaul’s Drag Race All Stars» hasta la fecha, Monique Heart dice una verdad como un puño: «Esto es la Super Bowl de los gays«. Yo mismo suelo afirmar que «RuPaul’s Drag Race» es La Liga de la comunidad LGBTIQ porque, al fin y al cabo, lo vivimos con la misma pasión: cada episodio / partido lo seguimos con fruición, lo sobreanalizamos y hacemos que sea impenetrable para cualquiera que no esté en el ajo porque, de hecho, cargamos cada jugada de los concursantes / jugadores de referencias a temporadas pasadas. No solo eso: cada temporada tiene su propio Clásico (el enfrentamiento de dos drags que traen de su casa su propio beef) y, sobre todo, cada final es más grande que la vida misma.
También es cierto que hay algo que diferencia «RuPaul’s Drag Race» de La Liga: cada edición es diferente y, de hecho, aprende de sus errores pasados. Esto es lo que ha ocurrido, fundamentalmente, con el formato «All Stars» en el que, ahora ya cada temporada (porque damos por supuesto que vamos a tener un «All Stars» cada año, ¿no?), RuPaul junta a diferentes concursantes que hayan pasado por su «Drag Race» y les ofrece la posibilidad de hacerse con la ansiada corona que se les escapó en la edición en la que participaran.
La cuestión es que, dicho a las bravas, la tercera temporada de «RuPaul’s Drag Race All Stars» fue, más que probablemente, una de las peores de la historia del programa. Y el motivo coincide de pleno con la época más controvertida de la propia RuPaul… En aquel momento, se le estaba criticando que a duras penas se montaba como drag (según dicen por ahí, si por RuPaul fuera, ya no haría drag e iría todo el santo día de hombre, lo que es totalmente respetable pero altamente incompatible con el emporio mediático que ha montado a su alrededor). En la temporada 10 de «Drag Race«, de hecho, incluso apareció en un episodio con una máscara que muchos tomaron por vagancia y que, sin embargo, ha acabado destacando como uno de los looks más icónicos de sus últimos tiempos. No solo eso: aquel fue un tiempo en el que a RuPaul le explotaron en la cara diversas polémicas, especialmente la concerniente a la participación de personas trans en el concurso (existen unas declaraciones de RuPaul en las que afirma que nunca dejaría participar en su concurso a una mujer trans).
Y luego está la tercera temporada de «RuPaul’s Drag Race All Stars» que, básicamente, se fue de madre. La selección de queens no fue la más acertada del mundo, hay que reconocerlo. Y, sobre todo, esa especie de desidia en la que RuPaul se lava las manos en la mecánica del concurso llegó a niveles de una impracticabilidad ingobernable. Lo de que RuPaul solo distinga a varias perdedoras en cada episodio y elija a dos ganadoras que han de hacer lip-sync para echar a una de las que están en el «bottom» tiene un pase. Lo que no tiene justificación alguna es que una de las claras ganadoras, Shangela, no llegara ni a participar en la final porque las finalistas eran elegidas por las expulsadas de la tercera temporada. Y, claro, si a la mayor parte de las expulsadas había sido Shangela la que les había dado la patada, ¿cómo iban a permitir que participara en la final? Un despropósito.
Así las cosas, los fans de «RuPaul’s Drag Race» necesitábamos que la temporada 10 fuera excepcional y nos hiciera recuperar la esperanza en el formato. Al mismo tiempo, también necesitábamos que la cuarta temporada del «All Stars» nos reconciliara con RuPaul y sus cuestionables decisiones… Y una cosa os digo: ¡cómo se supera la tía!
Se nota que ha tomado debida nota de todas las críticas que le estaban cayendo últimamente al programa y ha decidido ponerse las pilas como si no hubiera un mañana. De hecho, no solo parece haber tenido en cuenta las críticas al formato, sino a ella misma, ¿o acaso no está mostrándose más pletórica que nunca? La ristra de modelazos que está luciendo en este «All Stars» es de absoluta traca, con especial mención para el outfit de los volantes o la minifalda impactante del episodio número 6. Pero es que venimos de un especial de Navidad (bastante olvidable, por otra parte) en el que incluso cantó y bailó. A su manera. Pero cantó y bailó.
También se nota la voluntad de sacar músculo en la elección de un casting de concursantes que no solo convence porque, en efecto, todas las elegidas son «stars», sino también porque ofrecen un equilibrio pluscuamperfecto a diferentes niveles. Hay concursantes de ediciones realmente variadas y, teniendo en cuenta que siguen representando caras muy distintas del arte del drag (eso lo borda siempre nuestra amiga La RuPaul), donde sí que se nota un mayor trabajo es en la representatividad de diferentes edades del drag: Manila Luzon (un poco menos) y Latrice Royale (un poco más y de forma cada vez más insoportable) representan a las reinas más maduras en contraposición de otras de insultante juventud como Farrah Moan o Naomi Smalls.
Y, claro, ahí está también la inclusión de Gia Gunn para callar las voces que han criticado a RuPaul por aquello de que una mujer trans nunca pisaría su programa. Reconozcámoslo: Gia es insufrible, más mala que la tiña… Pero también ha conseguido que abramos todo un debate en torno a qué es exactamente esto del drag. ¿Puede una mujer hacer drag? ¿En verdad Gia Gunn no nos convence porque es una mujer haciendo un tipo de drag en el que lo importante es aparentar como mujer (ser «fishy«, vamos)? ¿Se lo perdonaríamos si practicar un drag mucho más avanzado y post-género como el de, por ejemplo, Aquaria? Sí, Gia nos ha dado algunos de los mejores momentos de la cuarta temporada de «RuPaul’s Drag Race All Stars 4«.
Aunque, y ahora llegamos ya al meollo del asunto, hay que reconocer que esta temporada está siendo de las mejores de la historia del programa (por no decir «la mejor» y que resulte que lo que queda hasta la final me obligue a tragarme mis propias palabras). Podría realizar una lista de momentos ya históricos… Pero no quiero caer en spoilers innecesarios para quien no esté al día. Solo diré que hay cosas que me están dando fuertemente la vida, como la fantasía paralela en la que viven instaladas (la insufrible) Latrice Royale y Valentina (una que me caía regular pero que me ha enamorado en esta temporada), el crecimiento espectacular de Monét X Change, las paupérrimas dotes de interpretación de Manila Luzon (espero que le den un Razzie por las lágrimas después de la nominación de Latrice), ese maravilloso ser que es Farrah Moan (que es como la amiga que tenemos todos que lo intenta… pero no, aunque por eso mismo la queremos el triple) o la rotundidad de la propuesta de Trinity.
Y, por encima de todas las cosas, una Naomi Smalls que, tras mantenerse a salvo en los cinco capítulos anteriores (de forma más que injusta, porque tanto el look calvo de su primer episodio como su Wendy Williams en el «Snatch Game of Love«) por fin lo petó en el episodio 6 con el que ya es probablemente el mejor lip-sync de la historia de «All Stars«. Hablemos de este episodio: el hecho de que RuPaul decidiera suspender el formato en el aire durante un capítulo tuvo mucho de drama, también tuvo algo de querer reincorporar a Latrice en la carrera sí o sí…
Pero sobre todo dejó claro que RuPaul tiene claro que el desastre de la tercera temporada de «All Stars» no podía repetirse, así que ha tomado cartas en el asunto para ponernos en bandeja la ración de drama y espectáculo que todos esperamos cuando nos ponemos delante de su programa. La lucha de lip-syncs de este episodio fue histórica. Fue lo que todos deberíamos esperar de «RuPaul’s Drag Race All Stars«. Fue la forma más sublime y magistral de volver a enamorar a todos aquellos que pudieran pensar que su relación con el formato había entrado en ese tramo que conduce al desencuentro. Porque, en serio, ¿quién no acabó este episodio 6 con el ánimo por las nubes y con ganas de, yoquesé, correr al armario de su madre y travestirse para hacer un lip-sync con el «Sissy That Walk«? [Más información en el Facebook de «RuPaul’s Drag Race All Stars»]