«Operación Triunfo» ha vuelto a hacer historia en la televisión… Esta vez, con el besazo final de la actuación de Raoul y Agoney.
Nota mental de la redacción de Fantastic Mag: «De verdad que, a partir de ahora, cada martes por la mañana tenemos que reservar un pequeño espacio en nuestra web para hablar de cómo «Operación Triunfo» ha vuelto ha revolucionar la televisión en la gala del lunes por la noche«. Y es que, mirad, si este programa puede estar contento por haberle devuelto a la pequeña pantalla el buen rollo (después de tanto «Gran Hermano» y tanto «Sálvame» y tanta mierda), también puede mostrarse orgulloso por estar luchando por la diversidad y la visibilidad en un campo tan dificultoso como la televisión.
Si hace unas semanas celebrábamos los arrumacos y besazos que se daban en directo Marina y su novio Bastian (de todo ello ya te hablábamos en esta otra noticia), ahora toca festejar que dos concursantes de la Academia, Agoney y Raoul, finalizaban su actuación de la séptima gala de «OT» con un beso que nos dejó a todos con el ánimo por las nubes. Sabíamos que así sería porque en el pase de micros previo a la gala ya había habido beso (e incluso fue un poquito más largo y ligeramente más cerdete que el que se vio ayer en directo)… Pero que lo supiéramos no le restó impacto.
Al fin y al cabo, no procede aquí entrar en cuánto de realidad hay en este beso. Hay que hacer hincapié, sin embargo, en que las clases de interpretación con Los Javis están siendo una de las grandes protagonistas de esta edición, y que de allá precisamente sale una actuación que no se quedó en el beso, sino que llevó a cabo un verdadero build-up de miradas, roces, toques y caricias que tuvieron el grande finale pluscuamperfecto. Que la canción («Manos Vacías«, de Miguel Bosé y Rafa Sánchez) no sea de nuestras preferidas en el mundo mundial, nos la pela. Porque, durante tres, minutos, la compramos. ¡Y la compramos big time!
Más información en la web de «Operación Triunfo».